Costa Brava y Pirineo de Girona, experiencias de contrastes
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En la variedad está el gusto…
Y es que en un mismo día, el destino te ofrece un abanico de posibilidades. Puedes vivir la experiencia de los marineros de principios del siglo a bordo de las embarcaciones tradicionales y visitar parajes rocosos y cuevas, para luego almorzar entre viñedos, en alguna de las bodegas de la ruta del vino D.O Empordà, y terminar la jornada cenando en el cráter de un volcán en La Garrotxa.
Si lo prefieres, puedes contemplar el perfil de la costa al mando de una avioneta e incluso, si eres de los atrevidos, saltar en paracaídas desde Empuria Brava. Si eres de tierra firme puedes probar el túnel del viento, un simulador de paracaidismo que es la única instalación recreativa de estas características en España.
Además, con más de un tercio del territorio catalogado como espacio natural protegido, no será difícil encontrar opciones para deportes y actividades en grupo: bucear en la reserva natural de las Illes Medes o disfrutar de actividades de montaña a más de 2000m de altura, en Vall de Núria, donde solo se puede acceder en tren cremallera.
Descubrir los secretos del gran Dalí, formar parte de un castillo humano, callejear por las calles de Girona, visitar su judería o desplazarte hasta la grecorromana ciudad de Empúries son otras opciones.
Gastronomía
Imposible no citarla. Con dos de los últimos tres mejores chefs del mundo, la zona es una tierra de alta tradición gastronómica. La cocina local es una mezcla de tradición y modernidad que ha cosechado sus frutos con restaurantes archiconocidos como El Celler de Can Roca o El Bulli. En esta zona, la cultura del vino se remonta a la época romana y forma parte de la identidad cultural y culinaria de la región. Se hacen rutas del vino de la DO Empordà en las que descubrir los secretos del vino visitando la región.