Consejos de Disney para ser más creativos
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Estos cuatro atributos tienen algo en común: son innatos. Sí, tú, el que te pones nervioso cuando hay que jugar al pictionary en la oficina y echarle un poco de imaginación a un proyecto, también naciste con ellos. Pero además, la creatividad, la imaginación, la curiosidad y la intuición tienen otra cosa en común: nunca serán programables en la inteligencia artificial, lo que hace que su valor como atributos personales esté creciendo exponencialmente en esta revolución tecnológica que vivimos. ¿Quiere decir esto que si te consideras una persona poco creativa o imaginativa estás perdida en el mundo laboral del futuro? Por supuesto que no, todos somos creativos, el problema lo encontramos en la multitud de barreras que nuestro día a día y nuestras rutinas imponen a la innovación: el tiempo, las distracciones, el miedo al riesgo, los procesos…. todos son enemigos de estas cuatro herramientas mágicas que nos permiten innovar y sentir, que nos hacen humanos.
En el mundo de los eventos, la revolución tecnológica avanza a pasos agigantados y, para los profesionales de la industria, el futuro ya está aquí, por lo que saber potenciar nuestro lado más intuitivo y curioso es probablemente la mejor forma de reinventarnos y convertirnos en embajadores de la innovación. Wardle, que cree en la creatividad y la imaginación por encima de todo, nos dio algunos consejos que queremos compartir con vosotros:
Una carcajada a tiempo – La risa despierta la creatividad en los humanos, abre la puerta al subconsciente y desata una mentalidad de juego, mucho más intuitiva e imaginativa. Esto no quiere decir que cuentes un chiste en tu reunión de equipo para intentar generar nuevas ideas, pero deja que el humor forme parte de tu rutina y verás como el horizonte de la creatividad está más cerca de lo que creías.
El tercer ¿por qué? – Solo los niños llegan a esa tercera pregunta que a menudo incordia, sorprende e incomoda a los demás. Si nos quedamos en el primer ¿por qué? llegaremos a información superficial, rutinaria, que no requerirá reflexión alguna. Preguntar más allá hace que la persona que da una respuesta tenga que meditar y pensar sobre aspectos de la realidad que quizás nunca se habían planteado. Llegar a este punto de introspección puede ser la mecha que encienda una verdadera bomba de innovación.
Un descansito – Todos hemos leído alguna vez sobre el 20% de Google, la iniciativa de la empresa que invita a sus empleados a dedicar el 20% de su tiempo a proyectos distintos, fuera de su trabajo, para poder pensar con tiempo y sin presión. El hecho de variar los estímulos que recibimos cambiando nuestra rutina, tratando temas distintos y visitando otros entornos, hace que nuestra faceta más creativa se active y que así podamos producir nuevas ideas. Mientras que para muchas empresas emplear el 20% del tiempo en ‘pensar’ sería una locura inconcebible, esta iniciativa ha probado ser más que eficaz para Google, y ya sabes, quien no arriesga no gana. Si no te atreves a un porcentaje tan alto, quizás puedes promover un día mensual en tu empresa, o unos minutos semanales, cualquier ayuda es buena.
Esquiva la vergüenza – Parece ser que las personas con una personalidad introvertida son bastante creativas, pero la vergüenza y la timidez les impide compartir lo que podrían convertirse en grandes ideas. Si tienes la oportunidad, haz que tu equipo trabaje en grupos pequeños, donde los introvertidos no sientan presión y puedan sacar a pasear su lado más imaginativo. Te sorprenderá lo que algunos de tus compañeros más reservados pueden aportar a las iniciativas más innovadoras.
Ya sabes: juega un poco, déjate llevar por un hormigueo en el estómago, lánzate a la piscina de vez en cuando e intenta mirar las cosas desde otro punto de vista; la creatividad está a la vuelta de la esquina.