Skip to content

Cómo lograr que el asistente sea el protagonista

Cómo lograr que el asistente sea el protagonista

Compartir noticia

2 min. de lectura

Escuchar

eventoplus
Cronología de una trayectoria empresarial: Medems Catering, anécdotas y vivencias del final del siglo XX  Foro MICE demanda un plan estratégico para el sector que solucione, entre otros, los problemas de oferta de espacios en Madrid ¿Cómo organizar un evento con Triple Impacto? Así fue la Boyden World Conference 2023 de AIM Group Spain
 Nadie va a recordar ni disfrutar tanto de un evento al que asiste como de un evento del que es parte. Nuevos formatos, marketing de experiencia y escenarios que se amplían hasta incorporar al público sono algunos de los trucos que te proponemos para hacer de los asistentes la parte más importante de tu evento corporativo.

Otra enseñanza que podemos aprender del Teatro de los Sentidos es: no expliquemos algo al público, hagámosle partícipe.

Lo retiene más, se sentirá más identificado con nosotros, más propenso a divulgarlo.

En La memoria del vino, por ejemplo, el público no asistía sino que participaba en el ritual de la elaboración de los caldos: saboreaban el grano, olían el mosto y pisaban el vino.

La impresión que se llevan está a años luz de asistir a un espectáculo donde vieran esto.

Otro ejemplo de cómo implicar al asistente es el que hizo Shackleton en su Vodafone Fight Night, tomando un escenario mítico en el imaginario común, un inmenso ring de boxeo, y convirtiendo a 3.000 comerciales en parte del espectáculo, en el enfervorizado público de las películas.

Partiendo de este punto de partida tan sencillo, explica Carlos Fernández Berenguer, de Shackleton, se consiguió «implicar al 100% a los asistentes». Por supuesto, se cuidó mucho la tematización, incluyendo el vestuario a lo Rocky.

Otra forma de dar protagonismo y voz a los asistentes son los formatos que cada vez ganan más terreno como el Open Space o el World Café.

En el primero, altamente interactivo, los participantes son los que definen de qué hablarán. La figura del ponente se reemplaza por la del moderador o facilitador, que debe empezar por sondear al público sobre cuál va ser la agenda de la sesión.

Una vez se han establecido los temas, se abre el debate: hay variaciones de este formato, pero el más habitual es que los participantes se dividan por grupos que debaten cada uno un tema diferente, y cada invitado puede elegir a qué grupo unirse.

Este formato se puede aplicar tanto en pequeñas como en grandes audiencias, y sirve para cualquier tema.

Este formato, desarrollado por Harrison Owen en los años 80, ha gozado de mucho éxito por su capacidad para encontrar soluciones a problemas complejos. Además, es una manera muy efectiva de involucrar al público y aumentar su aprendizaje.

Noticias relacionadas

Ver todas las noticias
Eventoplus