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¿Cómo ha cambiado la gestión de equipos? (en colaboración con ICCA)

¿Cómo ha cambiado la gestión de equipos? (en colaboración con ICCA)

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Paula Rey
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Probablemente sea uno de sus principales retos en la actualidad: encontrar, retener, motivar y desarrollar el talento. El cambio en la forma en que las personas se relacionan con su trabajo podría ser uno de los cambios más claros que ha traído consigo la pandemia. ¿Cómo ha cambiado la gestión del talento? ¿Cuáles son las claves para sacar el máximo partido a tus equipos? Organizamos un debate en colaboración con ICCA donde algunos de sus miembros ibéricos compartieron sus opiniones: Sara Correia (Spring Events), Jorge Silva (Altice Arena) y David de Dios (4foreverything).

Escasez de personal, en todo el mundo

El desempleo en general está en mínimos históricos, por lo que la escasez de talento es un problema para muchas empresas… pero nuestro sector se ve especialmente afectado, ya que el trabajo siempre ha sido exigente (estrés, horarios) y mucha gente ha descubierto un entorno laboral más fácil en otros sectores y ha abandonado el mercado laboral del MICE. David subraya que ellos «trabajan en toda Europa y ven este problema de escasez de personal en todas partes». Jorge explica que este fenómeno también se da en EE.UU. y es consecuencia tanto de la inflación como de la escasez de profesionales desde la pandemia, con gente que cambia de sector. Se ha observado de forma dramática en el sector de las aerolíneas, donde la falta de personal provocó retrasos masivos y cancelaciones de vuelos.

Subida de salarios

Siempre se aplica la ley de la oferta y la demanda. Como dice David, la escasez de personal hace necesario aumentar los salarios. Calcula un aumento con respecto a los niveles anteriores a la pandemia del 20-25%. Sara aplica este principio: tiene personal fijo y temporal, y ha aumentado los salarios de ambos. «Vemos que muchos no están dispuestos a hacer lo mismo que antes, sin una subida de sueldo», señala.

La flexibilidad está de moda… a veces de forma drástica

Si el talento es tu recurso escaso, mejor trátalo bien. Como dice Sara: «hay que cuidar más a los equipos, ser más flexibles». Según ella, esto es especialmente necesario porque ahora el trabajo implica mucho estrés, y todo sucede mucho más en el último minuto. Decidió reducir la jornada laboral de 8 a 7 horas diarias y dejar que el equipo se tomara todas las vacaciones que quisiera. ¿El resultado? «Estos cambios les motivaron muchísimo». Ha pasado un año y está contenta, el equipo aprovecha la flexibilidad, y funciona, el trabajo se hace.

En general, este deseo de flexibilidad se aplica a todos los sectores, pero Jorge observa que «a los millenials y a la Generación Z no les atrae tanto el dinero y, en lugar de preocuparse demasiado por el futuro, se centran en el corto plazo, en las próximas vacaciones». También se aplica a algunas industrias más que a otras. El sector tecnológico apuesta por la flexibilidad, ya que el tipo de trabajo hace que sea más fácil trabajar desde casa que en eventos. Jorge explica que ellos también tienen una empresa de TI (venta de entradas e inscripciones), y lo primero que preguntan los técnicos en las entrevistas es si pueden trabajar desde casa.

¿Cómo tratar bien a la gente en un sector que dista mucho de ser de 9 a 17h? Jorge dice que «la cuestión es ser cada vez más flexible cuando el cliente no requiere una urgencia especial. Si tenemos un par el sábado, el equipo estará aquí, por supuesto, pero aplicamos la flexibilidad el resto de la semana». El trabajo debe hacerse. Lo demás es secundario.

El valor de decir no

Decir «no» a unos plazos de entrega ridículamente cortos parecía un sacrilegio en un sector probablemente más flexible y orientado al cliente que muchos otros, pero es necesario. David dice que ya lo hacían antes de la pandemia, explicando que «las personas son la empresa, y tenemos que cuidarlas». Y puede ser algo muy saludable. Sara lo explica: «elegimos a los clientes que queremos conservar. Hay que ser selectivo y analizar si el cliente es rentable dado el esfuerzo que te exige. Así que dijimos no a algunos clientes y nos centramos en otros más interesantes y rentables». Y el resultado es una mejora de la rentabilidad.

Mirar más allá de las horas trabajadas… y mejorar la productividad

Ir más allá de las horas es el camino a seguir. Como dice David, «no tiene mucho sentido que la gente trabaje muchas horas: significa que tiene demasiado trabajo o que no es eficiente». Sara convierte esto en un esfuerzo de productividad: «hemos pasado los dos años de pandemia definiendo mejores procesos y herramientas, que nos hagan más productivos. Desarrollamos una aplicación para el personal, que está conectada a nuestro sistema de planificación y gestiona toda la información sobre su trabajo con esta aplicación, ahorrando muchísimo tiempo en interacciones. También reducimos los correos electrónicos que nos inundaban y los sustituimos por llamadas cortas».

¿Otras formas de mejorar la productividad? David también comenta la creciente oportunidad de trabajar con AI para facilitar algunos procesos. Y la integración de ERP y apps facilita mucho el ahorro de tiempo. Jorge utiliza salesforce y lo completa con slack para mensajes cortos relacionados con el proyecto, compartidos con todos los participantes en el mismo.

Carreras y formación

Por último, más allá de la flexibilidad y los salarios, conseguir que la gente crezca es sumamente importante, y no siempre se ha gestionado bien en nuestro sector. David explica que definen para determinadas personas la forma en que pueden ascender, tanto en salario como en responsabilidad. Jorge también destaca la importancia de definir planes de carrera. Sara dice que tienen una serie de horas obligatorias de formación cada año. La empresa de Jorge ofrece cursos de idiomas… ¡e incluso un entrenador personal!

En general, corren tiempos difíciles para el talento, pero como hemos visto en este debate, de esta fase post-pandémica han salido muchas mejoras. Ahora, ¡a consolidarlas y a conseguir cada vez mejores talentos!

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