Chile, escenario de contrastes
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Un factor esencial en la unicidad de Chile es la diversidad climática y de paisajes naturales, distribuidos de norte a sur en sus 4.200Km. Además de sus cualidades naturales, juega a su favor el hecho de ser un país seguro, con hoteles modernos y centros de convenciones con múltiples comunicaciones.
Estas características atraen cada vez a más visitantes. Tanto es así que el 2008 ha marcado un hito para el sector turístico, con un ingreso histórico de mil millones de dólares (+22%). El 55% de este ingreso provino de visitantes de EE UU y Europa. Y específicamente, hasta el primer semestre del 2008, unos 33.000 españoles visitaron Chile.
La extrema variedad de paisajes se nota al recorrer el país de norte a sur: su oferta empieza en el desierto de Atacama en el extremo norte; la zona central se caracteriza por sus valles y playas como la de Arica o Antofagasta; al sur bosques nativos y archipiélagos; y más abajo hielos milenarios en el sur austral. O dando ya un paseo más lejos, la isla de Pascua con sus simbólicos moais, declarada Patrimonio de la Humanidad.
Aprovechando el reconocido vino chileno, el enoturismo se desarrolla y ofrece hoy un amplio abanico de actividades para grupos
En cada uno de estos puntos vale la pena sumergirse en la cultura del lugar para vivir de lleno la experiencia chilena. Un buen primer paso es ahondar en su gastronomía, muy aconsejable para los amantes del marisco. O bien, la oportunidad para los sibaritas de catar en los mismos viñedos los vinos chilenos, de renombre internacional por la diversidad de sus uvas.
Convenciones y congresos
Esta combinación de elementos hace de Chile un lugar interesante para programas creativos o eventos. Chile posee un abanico de infraestructura que va desde hoteles, termas, spas, parques, reservas y cruceros.
Para eventos
