Axel Gasulla nos enseña a utilizar los datos con inteligencia en nuestros eventos
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¿Cuál ha sido la forma más disruptiva con la que has obtenido datos en un evento?
Creo que cuando hicimos que la gente chocase los cinco con nosotros. En ese evento planteamos dos preguntas al público a través de una persona que llevaba un cartel luminoso y un contador en cada mano. Los carteles contenían afirmaciones como “estoy soltero” en la izquierda y “estoy casado” en la derecha, y los mensajes cambiaron en diferentes momentos del evento. Cada vez que alguien chocaba los cinco con la mano del lado que le representaba, se sumaba un punto a ese contador.
Lo curioso es que el dato que nos interesaba aquí no era la respuesta de la audiencia a cada pregunta, sino observar cuál es el tipo de preguntas que la gente está más dispuesta a responder. La marca de bebida alcohólica que organizaba este evento quería definir así su estrategia de comunicación. Empresas como la de este caso suelen ser muy disruptivas, porque se mueven en un sector de transgresión social y como resultado se pueden permitir ir más allá de algún modo en sus eventos.
¿Crees que la nueva ley de protección de datos supondrá un problema a la hora de recoger datos en eventos?
A nivel de recoger información en un evento parece que nos estamos asustando demasiado, pero lo cierto es que, a mí, como empresa que se especializa en esto, en realidad no me interesa cómo se llama la gente ni ninguna otra información privada que podría suponer un conflicto con este nuevo reglamento. Necesitamos otro tipo de insights, que son los que aportan inteligencia a los eventos. Creo que hay que hacer un esfuerzo para romper la cleptomanía de los datos y recoger únicamente aquellos que vamos a utilizar. El problema es que como es un recurso muy barato, todos intentamos acaparar demasiado; ahí es donde se rompe la integridad. Si hacemos un consumo responsable e inteligente de los datos, se puede ofrecer un servicio exclusivo e innovador al cliente sin tener problemas con la nueva ley.
También es cierto que la forma en la que pedimos los datos es esencial. No es lo mismo hacer un check en una casilla que realizar una actividad divertida como la que acabo de describir. El usuario puede pasar de proteger su intimidad y reivindicar su privacidad a colaborar con nosotros de forma voluntaria y con un interés que rompa la percepción de intimidad violada.
¿Cuáles son los datos que crees que aportan más valor final al asistente?
Para mí, lo más importante de una persona que asiste a un evento es que se pueda comparar. Si yo, como usuario, puedo comparar mis datos con lo que piensa y hace el resto de la gente, puedo analizar mi propio comportamiento y saber hasta qué punto he entendido y colaborado con este evento. Entender nuestro propio comportamiento en relación a los demás es lo que puede aportar más valor a un asistente. Además, esto debe ocurrir de una forma en la que el asistente ofrece sus datos y no siente que se los quitan. Estamos en un mundo muy mercantil y si el dato tiene un valor, el usuario también quiere saber a cambio de qué lo ofrece.