Autocares turísticos: la polémica
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La medida no ha sentado nada bien al sector turístico ni al profesional, agrupados en la Plataforma per a la Mobilitat de Grups Turistics, que ha tratado en vano evitar su adopción, o hacerla menos restrictiva.
Adelantan un considerable impacto económico: teniendo en cuenta que en el 2011 la Sagrada Familia recibió 3,2 millones de visitantes; consideran que el hecho de no poder realizar una visita panorámica desde el autobús, unido al hecho de que la zona habilitada para la parada de los buses está a casi 500m del templo, supondrá un elemento importante de desincentivación.
La medida podría suponer una pérdida de 7,6 millones al sector de cruceros, el más afectado (son visitas de pocas horas); mientras el sector de incentivos, convenciones y congresos calcula que la suma podría llegar a unos 90.000