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Algunos consejos sobre la donación de alimentos

Algunos consejos sobre la donación de alimentos

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Cristina Munoz
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Si todo en el proceso de donación de la comida de un evento fuera como poner los datos en el Excel y exigir su cumplimiento, la vida sería mucho más fácil para las empresas de catering, muchas de ellas ya con una gran mentalidad de donación. Pero los eventos son complejos, el factor humano supone una gran incertidumbre a la hora de programar, y llevar a cabo, la donación del excedente de alimentos de un evento. Hablamos con Corinna Heilmann de Gourmet Catering & Eventos en Valencia y con Arantxa Ruiz y Joaquín Diaz-Pache de Naria.

¿Existen alternativas a la donación más allá del consumo humano (entidades sociales y bancos de alimentos)?

Existen varias opciones que hacen posible la donación de alimentos no aptos para el consumo humano, como por ejemplo donación para protectora de animales (pan duro, patatas, fruta, verdura, etc.). Pero también existe un control sanitario respecto a la calidad de los alimentos donados para alimentación animal (no se puede donar nada que ya se haya cocinado y no se puede mezclar carne y pescado, por ejemplo) por lo que otra opción es donarlo para crear compost, abono, biogás y biodiesel, con empresas dedicadas a este servicio.

¿Cuesta dinero la donación?

La gestión de residuos normalmente cuesta dinero. Lo que pasa es que hay determinados productos que pueden valorizarse. Por ejemplo, el pescado puede tener valor suficiente para recuperar parte del valor de producto, pero la mayor parte de los restos orgánicos no sale a cuenta venderlos, es más barato gestionarlos como donación, pero cuesta dinero porque no puedes simplemente dejarlos en contenedores orgánicos, hay que contratar empresas que los gestionen para ser procesados. Y con la nueva ley la obligación de donar es clara, ya no existe la opción de destruir.

Pero también cuesta evitar el desperdicio. Una forma de conseguirlo, cómo hemos visto, es contar con más personal que pueda reaccionar rápidamente, de forma que se ajuste a la demanda en cada momento y no servir ‘de más’. Aunque cuesta más dinero, es menos que el tiempo invertido en tratar de hacerlo entender al cliente. La mayoría de nuestros clientes son agencias y la agencia puede transmitirlo al cliente corporativo, pero ese cliente tiene que transmitirlo a los 200, 300, 400 comensales. Tiene que hacer una comunicación activa sobre el desperdicio y hacer partícipe al invitado final. “Hay comida suficiente. No vais a pasar hambre, relajaros, porque esto está planeado”. En este sentido es clave tener el office donde estás dando el servicio, que es otro tema que tiene que entender el organizador del evento.

¿Existe un problema con la transmisión de información y decisiones al instante en el evento?

Depende del cliente y de la agencia y de la importancia que le den a este aspecto de sostenibilidad en su evento. Un caso real, un servicio para los asistentes de varias conferencias, 400 personas (registradas intolerancias, alergias, vegetarianos). Algunas de las ponencias terminan antes de lo previsto y los asistentes de los break-out rooms que han terminado ya acuden a la sala del almuerzo. El responsable de la agencia asignado al servicio de catering se lo comunica al cliente, pero toman la decisión de no abrir todavía la sala del almuerzo y prefiere esperar a que terminen todas las ponencias. Los asistentes que ya han terminado se impacientan y muchos deciden salir a comer por la ciudad.

Esto es una muestra de cómo una gran parte del desperdicio no se produce solo por la falta de previsión o planificación del catering, sino por falta de una toma de decisión conjunta de cambiar el planning y timing por el bien del cliente final y de evitar desperdicio. El catering no solo es una gran experiencia y un momento de encuentro para los asistentes, es también una empresa profesional con su departamento de calidad y seguridad alimentaria, sus recursos humanos, sus chefs y responsables de sala y profesionales del servicio y somos los que damos el broche final a tu evento.

Y donar es relativamente fácil…

Con la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario que llegará en breve, es importante estar preparados para la fiscalización y monitoreo del desperdicio alimentario en eventos también por una cuestión moral de eficiencia. Bajando muy a terreno existen plataformas digitales como Naria que trabaja con Gourmet Catering & Eventos que son interesantes en varios aspectos: la trazabilidad del proceso desde el desperdicio hasta la recepción por la entidad beneficiada de la donación; la dimensión legal de la donación que supone la fiscalización de la Administración de tu proceso de donación; y el interés fiscal: como sucede con otras leyes como la del mecenazgo, la donación se podrá desgravar, para incentivar a las empresas, por lo que es interesante tener asegurada la trazabilidad del proceso de donación.

¿Qué debemos saber de la cadena de frio?

Hay cuatro rangos de temperatura en el que se pueden conservar los alimentos:

1. Alimentos congelados: Temperatura: -18 °C o menos.

2. Alimentos refrigerados: Temperatura: Entre 0 °C y 4 °C.

3. Otros rangos de temperatura óptima:

Frutas tropicales (como plátanos y mangos): Temperatura: Entre 8 °C y 12 °C.

Tomates: Temperatura: Alrededor de 10 °C.

Cítricos (como naranjas y limones): Temperatura: Entre 7 °C y 10 °C.

Quesos curados: Temperatura: Entre 8 °C y 12 °C.

4.  Temperatura ambiente: Cuando se habla de conservar un producto a temperatura ambiente, generalmente se refiere a un rango de temperaturas entre 15 °C y 25 °C. Este rango es considerado seguro para muchos productos alimenticios no perecederos, como alimentos enlatados, granos, pastas, y productos secos, ya que estas temperaturas no son suficientemente altas para fomentar el crecimiento rápido de bacterias o la descomposición.

Este rango de temperaturas (productos refrigerados, frío positivo, congelados, frío negativo y temperatura ambiente) debe ser mantenido desde su origen, durante el transporte, y cuando llega a su destino, la entidad social, debe ser almacenada del mismo modo, hasta el momento de su consumo o utilización. En el caso de rotura de la cadena de frío, no puede volver a conservarse.

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