Albania: un destino nuevo en plena Europa

Hablamos con Arenc Shalsi, Manager de MT global DMC de origen albanes (que desde hace un año han unido fuerzas para potenciar los destinos con el DMC Travel in Albania), para que nos cuente las particularidades de este nuevo destino a descubrir. Lo primero que destaca es su excelente clima mediterráneo -gracias a su ubicación con costas en los mares Adriático y Jónico- que permite disfrutar tanto de la playa como de sus imponentes montañas. Además, es uno de los países más económicos de toda Europa (un valor potente estos días…) ya que es destino por explotar, y es mucho más asequible que sus vecinas Montenegro o Grecia, destinos de playa más explotados por el turismo europeo. Una de las cosas por las que Albania se ha mantenido fuera del radar de los viajeros (y del sector eventos) ha sido por su mala comunicación aérea, pero eso ha cambiado en los últimos años y ahora el avión es la mejor opción para llegar hasta allí. El aeropuerto se encuentra en la capital, Tirana y hay vuelos directos de menos de tres horas desde Madrid y Barcelona con varias frecuencias semanales que permiten organizar incentivos de corta duración (otra cosa que se pide mucho estos días).

Si estudiar albanés no entra dentro de tus planes, no pasa nada, Albania tiene una larga tradición italiana y el italiano se habla en todo el país. También podrás entenderte con la gente en inglés. En todas las grandes ciudades como Tirana lo hablan perfectamente, quizá en algún pueblo más remoto tengan algún problema, pero se están poniendo las pilas en este aspecto ya que saben que es básico para el turismo.

A nivel logístico debes saber que, aunque su moneda es el Lek albanés, en muchos sitios aceptan euros, sobre todo en la zona sur que es la más turística. Una cosa importante a tener en cuenta es que siempre (repito siempre) hay que hacer el cambio de moneda en casas oficiales, bancos o en hoteles. En la mayoría de ciudades hay cajeros automáticos, así que no hay problema de quedarse sin efectivo. Otro aspecto a destacar es el transporte. La mejor opción para moverse por el país es alquilar un coche para no tener que depender de autobuses ni trenes que no gozan precisamente de buena fama (sobre todo por su impuntualidad). Por supuesto los transfers te llevarán del aeropuerto al hotel y viceversa. 

Destino emergente

Este país estable en pleno desarrollo cuenta ahora con infraestructuras de primer nivel para acoger eventos de todo tipo: grandes cadenas hoteleras con hoteles de 4 y 5* (como el hotel Rogner Tirana, hotel Maritim Plaza Tirana, hotel Hani I Pazarit Korce o Mangalemi Berat, entre otros); agroturismo y hoteles boutique para incentivos más pequeños, y espacios singulares como Mrizi I Zanajve Lezhe una granja que cuenta con un  restaurante propio propiedad del chef más reconocido y célebre de Albania; Lift en Tirana, Vertigo y Fly en Durres, destacados espacios multiuso para eventos. Las actividades que ofrece el país son una opción muy buena para grupos de 40-50 personas (muy adecuado en estos tiempos), ya que permite vivir experiencias con la máxima personalización y vivir las tradiciones del país junto a su gente. Puedes pasar el día con los pastores conociendo de primera mano su trabajo y luego disfrutar de una barbacoa; aprender a hacer raki (orujo) en un taller donde descubrirás los secretos de este potente licor en una casa familiar o visitar las mejilloneras del lago Butrint, disfrutando del producto con una buena copa de vino, entre otras.

El palacio de congresos de Tirana es de origen comunista y ha sido renovado recientemente, cosa que puede convertir a Albania en capital MICE de los Balcanes. También cabe destacar el nuevo estadio nacional -sede este 2022 de la Europa League- que dispone de hotel con salas. Pero la joya de la corona de la capital es la gran pirámide -inaugurada en 1988 en homenaje al líder comunista Enver Hoxha- y que durante mucho tiempo ha estado abandonada. El edificio resurge para convertirse en un punto clave de la ciudad, con árboles plantados en el atrio y sus alrededores y con cafés, estudios, talleres y aulas ubicados tanto en el interior como en el área circundante.

Los atractivos del país

Como hemos dicho, Albania es un país en expansión y se está modernizando a marcha forzada. Eso hace que sea un destino muy económico y poco masificado, pero lo realmente destacable es que el país mantiene su identidad histórica. Por ejemplo, puedes pasear por el antiguo barrio prohibido de los comunistas que mantiene toda su esencia. Desgraciadamente esto no durará para siempre… Por otro lado, debido a su herencia otomana, tienen un gran respeto por los turistas, ya que para ellos el huésped es sagrado y lo tratan con mucho mimo. Una característica que invita a los visitantes (y asistentes a viajes de incentivos) a disfrutar del país con toda la tranquilidad y seguridad.

¿Sabías que Albania tiene un tamaño similar al de Cataluña? Así es y la mayor parte del territorio (un 70%) son básicamente cordilleras, sierras y montes con una altitud media de mil metros aproximadamente. A pesar de ser un país muy montañoso, uno de los principales atractivos del país es la Riviera albanesa, 360 quilómetros de extensión repartidos entre dos mares. Las zonas más paradisíacas se encuentran en el sur, en el mar Jónico entre Vlorë y Grecia. Un plan que no te puedes perder es hacer una excursión por los acantilados, donde encontrarás escondidas preciosas calas y playas prácticamente desconocidas como Jal, Dhermi,Livadhe. Pero si no eres mucho de playa, puedes decantarte por visitar lugares llenos de historia y patrimonio de la humanidad como Butrinto, Berat y Gjirokastra, ambos de carácter cultural. Además, Albania es un país con numerosos parques arqueológicos y castillos fruto de las distintas civilizaciones invasoras.

Por otro lado, el país ofrece una gran diversidad de actividades y experiencias como catas de vino, agroturismo, gustosos baños en aguas termales naturales de Peshatan, disfrutar de los cielos nocturnos y aprender sobre astroturismo, kayak, mountain bike, trekking, explorar la Riviera albanesa en barco; para los más aventureros espeleología, escalada y submarinismo; y para los urbanitas, podréis recorrer la ciudad de Tirana parando en bares de vanguardia y herencia comunista. Y lo que no le falta a la capital es alma de fiesta, se podría decir que son primos hermanos del concepto nocturno español.

La comida del país es de km0, basada en la filosofía del slow food y permite experiencias como comer pescado recién traído en un búnker, pasar un día en la granja acompañando a los pastores y probando la carne y verduras que allí crecen, una barbacoa en una casa familiar, cata de mejillones en el lago donde se crían, cata de vinos de variedades únicas, talleres de cocina tradicional…