6 ideas para incentivos en Perú
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Un incentivo basado en las tradiciones incas. Un viaje que tuvo como hilo conductor la magia de Machu Picchu y la cultura Inca, con un programa plagado de visitas y actividades organizadas por la agencia Nuba. El itinerario tenía varios puntos fuertes: el alojamiento en Hoteles de la Cadena Belmond en Lima, Valle Sagrado y Cuzco; la visita a Machu Picchu en el tren Hiram Bingham (nombre del arqueólogo que las descubrió), con el servicio más exclusivo a bordo, es la manera más cómoda para conocer las famosas ruinas incas. Por último, la experiencia gastronómica en Cuzco, y cena de despedida en el Monasterio de la Merced, un lugar emblemático donde pudieron disfrutar de un show de Dioses Andinos.
Una aventura con sabor a chocolate. Una fábrica de chocolates francesa quería llevar a 60 empleados y clientes del sector pastelero a un viaje al corazón del país productor del chocolate artesanal. Una experiencia para reforzar el orgullo de pertenencia, fidelizar y generar engagement. CWT Meetings & Events diseñó un incentivo que uniría a los asistentes a través de su pasión común (el chocolate). En la cooperativa de cacao La Quemazón, aprendieron las técnicas de cultivo del cacao, y después, exploraron las antiguas ruinas de Machu Pichu, la capital Inca de Cuzco, el Valle Sagrado de los Incas y Lima.
El must absoluto, visitar Machu Picchu. Una forma de descubrir estas ruinas consideradas una de las siete nuevas maravillas del Mundo, y que están a 2.700m de altura, es en el Inca Rail. Inbound Perú by Nexo organiza un viaje en tren recorriendo el paisaje andino en un vagón observatorio al aire libre. Es el único tren en Perú con un sistema de entretenimiento a bordo para descubrir más sobre cada etapa del camino.
Un recorrido por la amazonía peruana. Loreto y Madre de Dios son los dos enclaves para vivir una increíble aventura amazónica, alojarse en albergues sostenibles en plena selva o coger un crucero desde el puerto de Nauta, en Iquitos, y ver los delfines rosados, caimanes, perezosos, monos frailes y otras especies exóticas. O hacer una ruta de trekking, pescar pirañas o una expedición nocturna guiada. Si elegís Madre de Dios, Capital de la Biodiversidad, encontraréis las principales reservas naturales del país, como el Parque Nacional del Manu o la Reserva Nacional Tambopata, donde tendréis una verdadera conexión con la naturaleza.
Una ruta de trekking en Kuélap y Gocta. A 3.000 metros de altitud, es el centro neurálgico de la cultura Chachapoyas (civilización que habitó Perú entre los siglos VI y XV). Una urbe fortificada entre montañas verdes con altas murallas de 20 metros, construcciones de piedra caliza y arcilla conforman un entorno al que se puede llegar en 20 minutos desde Nuevo Tingo, por telecabinas. Desde ahí puede verse Gocta, una catarata considerada de las más altas del mundo. Conocida como “La Chorrera”, tiene 22 caídas de agua y ofrece un recorrido de trekking para los más aventureros.
Una travesía por uno de los desiertos más secos del mundo en camionetas 4×4 por las dunas de Paracas, que termina con una cena en medio del desierto. Un picnic de lujo maridado con el tradicional pisco sour.