5 experiencias náuticas para eventos en el mar
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‘Inspirador’ es la palabra más utilizada por los organizadores de incentivos que incorporan el mar en sus programas. El mar provoca una reacción inmediata en nuestro cerebro: libertad, aventura, experiencias, belleza, excepcionalidad… Esa expectativa es un poderoso componente de los eventos en el mar que permiten, además, consolidar relaciones entre los participantes y sacar la mejor colaboración entre ellos. Es también la oportunidad de experimentar el destino de una forma auténtica e inesperada: regatas de traineras y ciobogas, pescar caballa en la costa de Donosti, bucear en aguas cristalinas hasta cuevas y calas o un paseo en barco tras un largo de día de reunión hasta el parque natural de Sales en Ibiza, regatas en equipo en las jábegas en Málaga… Existen multitud de experiencias asociadas al mar, como la cultura y la gastronomía, que convierten estos destinos en una opción perfecta para eventos.
El mar como contenido emocional y metáfora de la empresa
Regatas. Un entorno complejo donde el cambio es constante y hay que ajustar las velas para que la compañía vaya viento en popa. Este fue el paralelismo del que se sirvió Event One DMC para diseñar para 200 clientes de ASER una regata en Valencia. Durante su acreditación en Veles e Vents, los participantes recibieron toda la información de lo que iba a suceder para no perderse ninguna parte del programa, por ejemplo ocho talleres de presentación de productos con diferentes formatos. Pero el plato fuerte fue la regata, para la que se utilizaron 15 veleros de 45 pies. Cada equipo de 8-10 personas estaba acompañado de un patrón de yate que les daba indicaciones. Hubo colaboración y competición en un reto inusual, que terminó con una paella en la terraza del MalaBar, seguida de una entrega de premios.
Faenar en un pesquero. Desde principios de marzo hasta mediados de mayo para los marineros vascos la pesca del berdel (caballa) significa el final del duro invierno del Cantábrico y el principio de la fructífera primavera. “El incremento de las horas de luz solar, sumada a la ampliación de la termoclina, nos da los parámetros perfectos para que el ‘boom’ fitoplanctónico estalle en las costas, atrayendo así a la primera de las especies migratorias”. Esto es lo que explica Iñaki (Ori-Bay), patrón de barco y biólogo al grupo a bordo de un barco de pesca en una actividad de incentivo con un alto componente ecológico. Patrón y ‘marineros’ deben tener una sincronización perfecta para no ‘calentar la xarda’ por lo que el compañerismo y el trabajo en equipo es imprescindible. Porque, al fin y al cabo, un barco de pesca es una cooperativa, donde se gana en función de las capturas realizadas, así que la motivación del equipo es crucial.
Viento en popa a toda vela. Diversas DMC canarias, y agencias como In Out Travel organizan para empresas una experiencia verdaderamente emocionante. Se trata de la Vela Latina Canaria, una regata o ‘pega’ muy popular en Gran Canaria que recorre el barrio marinero de San Cristóbal y la Playa de las Alcaravaneras. La singularidad reside en el bote, una proeza de arquitectura naval: con solo 6,55m de eslora y 2,37m de manga, su mayor singularidad viene dada por el tamaño de la única vela, que oscila entre los 12 y 13,5m de altura. Aquí reside la dificultad y la espectacularidad de gobernar estas embarcaciones ya que las maniobras tienen que ser de una precisión milimétrica, lo que supone un verdadero desafío para los equipos. La actividad concluye con la degustación de los platos típicos de la rica y variada gastronomía local con la música folclórica de fondo en una jornada inolvidable de viento y mar.
‘Trilogía Vasca’ es un programa diseñado por Troka para incentivos inspirados en las tradiciones vascas y en las labores que se desarrollaban en el campo y el mar. La primera experiencia del día para los improvisados ‘baserritarras’ (remeros) comienza por participar en una tradicional exhibición del deporte rural vasco, con levantamiento de piedras y corte de troncos incluidos, seguida de pruebas como alzada de fardo, arrastre de pesos, soka tira o carrera de lokotzak, son solo algunos de los retos que proponen en esta actividad. Una experiencia que pondrá a prueba los músculos, la inteligencia y la coordinación de cada uno de los equipos. Y para terminar, al mar en una carrera de traineras que exigirá al grupo remar todos a una para ganar.
Navegar en una goleta. Formentera es por sí misma el incentivo. Esta pequeña isla de las Baleares, sin siquiera semáforos, es ideal para incentivos con un alto componente de sostenibilidad y autenticidad. Incentivos Ibiza DMC propone para un pequeño grupo corporativo un sencillo programa: embarcados en una goleta privada, hacer una parada en el islote S’Espalmador para el baño obligado, y continuar la travesía para disfrutar de un almuerzo en Ses Illetes, una de las playas más bellas del mundo. Al día siguiente, un recorrido por las playas y acantilados remando en kayacs para terminar con una actividad de teambuilding en la arena.