5 ejemplos de eventos con un hilo conductor muy bien hilado

La vida universitaria inspira la convención de PhoneHouse

La convención se desarrolló bajo el claim ‘un lugar al que pertenecer’ y a través de la app del evento, los asistentes se pudieron agrupar en fraternidades y crear su propio escudo, dio pie a preparar también una matrícula del curso por medio de la app para todos los empleados, al igual que una graduación de final de curso con sus respectivas becas. No faltó una marching band con sus majorettes para inaugurar el evento en el auditorio. Como a todo alumno, también se examinó sus conocimientos a través de un divertido juego de la app, y a pesar de no haber una matrícula de honor, sí que hubo como premio al ganador un patinete eléctrico. Se finalizó con una macrofiesta de estudiantes de PhoneHouse, al más puro estilo fiesta de despedida de graduación universitaria.

Un juego de niños para el reveal de Mercedes

Para resaltar el carácter familiar del nuevo vehículo, beon. Worlwide pensó en ponerse en la piel de un niño y en lo que le gustaría encontrarse en un vehículo. La respuesta es fácil: juguetes y entretenimiento para hacer del viaje una divertida tarde de juegos. Y eso precisamente es lo que montó beon. Worldwide en el Cartuja Center de Sevilla. Un evento donde volver a la infancia y donde todos jugaron. El hall del Cartuja Center CITE se transformó para reproducir una pista de Scalextric y un maestro de ceremonias poco convencional (un soldado de juguete como el de Toy Story) era el encargado de dar la bienvenida a los asistentes e introducir el momento reveal. El vehículo hacía su aparición estelar derribando de un muro de piezas de Lego gigantes. A continuación los asistentes sorteaban las piezas de Lego para ver cómo el vehículo recorría la pista de Scalextric haciendo paradas en escenarios muy ochenteros: indios y vaqueros, máquinas de arcade, el mítico Pac-Man, etc. En esta “zona de juegos” se sirvió también el cóctel para los 300 asistentes, que igualmente siguió el hilo creativo del juego y la temática de los 80: los aperitivos estaban presentados en soportes poco convencionales como libros de texto de la EGB, cintas casette, carátulas VHS y tableros de juegos de la Oca, el parchís, etc.

Agentes en misión especial en el laboratorio secreto de Ford

Una sala del hotel Grand Luxor recibía a la red de ventas convertida en el centro de innovación de Ford. Grupo Glow se encargó de montar este laboratorio secreto donde se cuece la investigación y las nuevas tecnologías que aplican a los vehículos. Con leds y proyecciones para dar la ambientación tecnológica y futurista, los asistentes se disponían en gradas alrededor de un escenario donde les contaban los detalles de su misión y donde posteriormente hacía su entrada, en modo reveal, el nuevo Focus. Desvelado el vehículo, era el momento de conocer la tecnología que escondía, así que los agentes de Ford tenían que trabajar por equipos e ir completando misiones que les llevarían a conocer las innovaciones del Focus. Los tradicionales módulos formativos que tienen este tipo de eventos enfocados a red de ventas, pasaron a convertirse en pruebas gamificadas en la que los participantes iban obteniendo puntos: un escape room, driving tests, quizzs, etc. para descifrar la tecnología del nuevo vehículo.

Desconectar en la naturaleza para conectar con la empresa 

Marca Condal esperó a un día de lluvia para ofrecer a los empleados de Provital una experiencia de conexión con la naturaleza que les permitió conocer mejor su organización y su compromiso con el medio ambiente. La marca, que produce ingredientes naturales y extractos botánicos para cosmética, no dudó en mirar a la naturaleza que sirve como materia prima de sus productos para articular el evento. Con el hilo conductor de la desconexión, los asistentes eran invitados a dejar sus móviles ‘aparcados’ bajo llave al entrar al evento, ya que la idea era de dedicar la jornada a escuchar y conectarse con la naturaleza. Sustituyeron el sonido de los mensajes del móvil por el repiqueteo de la lluvia y lejos de huir de ella aprovecharon para pasear bajo la misma. Provistos de paraguas y chubasqueros dieron un paseo por el bosque, escuchando los sonidos de la naturaleza, percibiendo sus olores y dejando conectar sus sentidos con el entorno natural que les rodeaba.  

La idea era comunicar que la desconexión en la naturaleza era la clave para una mejor conexión con lo que tenemos alrededor. Para reforzarlo aún más, realizaron un taller relacionando el mundo de las abejas, su trabajo y cómo consiguen organizarse para formar los grandes paneles de miel con el mundo corporativo, explicando con colmenas cómo estas se asemejan a las organizaciones.

Chupas de piel, tupés, guitarras eléctricas, tatuajes para la noche rock de Schibsted 

La  música rock encajaba con la filosofía rompedora y revolucionaria que BST Events quería imprimir a la pasada cena de navidad de Schibsted. En su día el rock cambió y revolucionó la música, irrumpiendo como un género con fuerza, atrevido, desenfadado y enérgico. Mismos valores que se quisieron trasladar al evento. Como venue se eligió el Palau Sant Jordi, un espacio con solera en el circuito de conciertos por el que han pasado artistas internacionales como Alice Cooper, Lenny Kravitz, Mumford & Sons, Slash, o Franz Ferdinand. Además de encajar en el concepto de templo de la música en directo, se trataba de un espacio de gran capacidad y capacidad de producción de las distintas actuaciones que se iban a desarrollar durante la cena, así como el recrear el ambiente de los clásicos clubs de punk y rock, reconvertido para esa noche como el Sant Jordi Club. Los 1.100 empleados de Schibsted disfrutaran de una experiencia rockabilly. Actores caracterizados de míticas estrellas del rock (Kiss, ACDC, Freddy Mercury…) daban la bienvenida al evento y se entremezclaban entre el público animando la noche.

Amfivia se encargó para trasladar el concepto del rock al contenido y las animaciones del evento ideando una actividad conjunta que involucraba la participación de todos los asistentes a lo largo de la noche. Como en todos los conciertos míticos, queda para la posteridad el videoclip del show y para Schibsted también habría un videoclip de esa noche. Se ambientaron seis zonas potenciando lo mejor de la estética rockera: desde los camerinos de las grandes estrellas, zonas de tatuajes, hasta una zona de futbolines, un corner de atrezzo o la réplica del mítico club neoyorkino CBCG. Estas áreas servían de set de rodaje, los asistentes podían pasar en grupo por cada una de ellas y en cada punto había personal dirigiendo la grabación y animando a los asistentes a sacar su lado más rocker.