4 ejemplos originales de cómo integrar un coche en tu evento
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Mini Bowling: un campeonato de bolos gigante donde el coche es la bola. La Despensa organizó una partida de bolos en la que los Minis son la propia bola que tiene que derribar bolos de tres metros de altura. Un campeonato de bolos que recorrió varias ciudades y que tuvo en Madrid su gran final con derrapes, varios desempates y un strike ganador en el último lanzamiento.
La bolera gigante necesaria para una partida así se ubicó en el puerto seco de Mendez Álvaro donde se recreó un diner americano con patinadoras, DJs y la banda de rock n´ surf Durango14, dando una estética muy retro y rockabilly típica de los bowlings americanos.
Catering sobre cuatro ruedas. En un evento de formación para staff de Toyota celebrado en el hotel Barceló Renacimiento de Sevilla, la marca integró su nuevo modelo Aygo hasta incluso en la restauración. En una de las cenas celebradas en los jardines del hotel, cada uno de los cinco nuevos modelos Aygo eran una food-station del cocktail.
Cada tipo de comida que se servía en la parte delantera de los coches casaba con las características de cada modelo. Hasta el dj que amenizaba la cena tenía su mesa de mezclas en un Aygo.
Un mercado de flores a bordo del Peugeot 108. Siguiendo la tendencia de los mercados florales europeos como el de Columbia Road en Londres, el flotante de Ámsterdam o la alfombra floral de Bruselas, la calle de Jorge Juan estrenó el primer Peugeot 108 Flower Market by S Moda.
Las mejores floristerías de la ciudad trasladaron sus boutiques a plena calle de Jorge Juan, customizaron un Peugeot 108 con flores a modo de balcones, de jardines verticales o de verdaderos parques rodantes, creando un escaparate abierto al público y sin tráfico.
Coches muy relacionales que cobran vida interactuando con el público. Toyota, esta vez en Australia montó una performance interactiva con sus vehículos en el marco del festival de luz y sonido Vivid Festival. Cogiendo como base el concepto innovador de la gama de híbridos del modelo Prius, la marca quería continuar con una acción creativa y futurista que simbolizara la nueva forma en la que los usuarios se relacionan con los coches. Para ello no dudó en dotarlos de personalidad, sentimientos y darles muchas ganas de interactuar con humanos.
A través de proyecciones de luz, color y sonidos a través de las lunas de los vehículos, los coches pedían abrazos, besos, contestaban con mensajes y sonrisas a las acciones de los asistentes. Cada automóvil estaba dotado con seis proyectores, controladores de Arduino y una plataforma de luces LED de alta intensidad. Además se creó una aplicación específica para manejar los mensajes, animaciones y las proyecciones de luz.