10 ideas que nos dejan las agencias sobre este 2023
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Han participado en este encuentro: Eventarte, Quality Media, Lastlap, 4foreverything, Karui Marketing, Bluemice, dissimility, Planta18 y Kubalu Events en el espacio Zénit The Estudio.
No parece que haya muchos índices de ralentización. Históricamente enero siempre es un mes un poco flojo en eventos y este enero se ha cerrado “mejor de lo esperado y mejor que años anteriores” según nos comentan las agencias. Aunque cabe recordar que el enero pasado estábamos en plena ola Ómicron y el anterior incluso peor… Lo que está claro es que el boom de eventos que arrastramos desde hace muchos meses parece que continua y junto con él, el last minute, la saturación de trabajo y la falta de personal en nuestro sector. Mucho trabajo, pocas manos.
Más contención en los presupuestos, menos rentabilidad. Se hacen muchos eventos, pero las agencias nos comentan que detectan mucha reflexión a nivel presupuesto y mucho ajuste, hasta el límite.Si los presupuestos se ajustan más y los costes suben y suben (inflación, escasez de materiales…), la rentabilidad de las agencias claramente ha bajado al no poder repercutir plenamente las subidas al cliente.
Los eventos, más necesarios. Cuando antes los eventos eran lo primero en lo que se recortaba hoy las empresas se lo pensarían dos veces si en algún momento la demanda baja o se empieza a parar este boom (siempre hay que estar preparados y con los ojos abiertos). ¿Qué ha cambiado? Las empresas han confirmado que necesitan el high touch, que les aporta beneficios, sobre todo teniendo en cuenta el auge del teletrabajo y la fragilidad emocional que vivimos. No nos sorprende que los eventos internos sean hoy imbatibles.
Programas menos intensos. Consecuencia del afianzado valor del high touch, parece que poco a poco nos libramos de los eventos eternos, con conferencias eternas, chapas eternas… La agenda protocolaria empieza a recortarse y el contacto humano va ocupando más espacio, aunque sigue costando, según nos comentan, que el cliente se lance a la piscina y rompa con sus keynotes. El director todavía quiere su momento de discurso, sin darse cuenta de que, en las últimas filas, salen los móviles… Alguien tenía que decirlo: ¿cuánto aporta esto a los asistentes? Los formatos son más ágiles, ligeros, amenos… pero todavía cuesta hacer la transición plena a formatos participativos y agendas ligeras. Un tema pendiente.
Eventos más sencillos, menos efecto wow. Primero porque “con presupuestos tan reducidos hay que hacer magia”. Dos: “el wow tiene un riesgo y es que se interprete como algo exorbitado y un gasto innecesario, en la época en la que la sociedad no pasa ni media”. Tres: “se fomenta el networking, el hacer contactos, la pura relación… más que la escenografía impactante”.
Tamaños que varían. También por presupuesto los eventos parece que son más pequeños si se trata de externos y medianos o más grandes en el caso de eventos internos, porque lo que busca transmitir es el poderío de un grupo humano potente.
Transmitir valores con el evento. Una tendencia de la que venimos hablando hace años gracias a Simon Sinek (“la gente ya no compra lo que haces, compra el por qué lo haces”, 2009). Más de 10 años después vivimos en la era del propósito donde las empresas y las marcas ya no se diferencian por sus productos o servicios sino por sus propósitos que se van acercando más a la ética. El nivel de presión social hacia las marcas aumenta paulatinamente, la sociedad no pasa ni media y esto impacta cada vez con más fuerza en la organización de los eventos, donde (por suerte o por desgracia) no hay ni trampa ni cartón y cada detalle es un espejo de la marca u empresa.
Sostenibilidad. Esta coletilla que, según las agencias empieza a ser un must, en los briefings del cliente. Se solicita mucho, por ejemplo, la reutilización de materiales en el propio evento y en los siguientes e incluso algunos clientes les han pedido que el evento tenga emisiones… ¡negativas de CO2! Los ayuntamientos están empezando a exigir planes de sostenibilidad si se quiere organizar un evento en vía o espacio público. “La sostenibilidad va a ser una palanca de cambio y el que no se suba al carro estará fuera del sector”, comentan.
De lo virtual hemos aprendido, aunque la retransmisión, el famoso streaming, a día de hoy es simplemente un canal más que tiene sus ventajas y se solicita en eventos cuando ponentes o asistentes quieren “asistir” al evento desde casa. En definitiva, el evento presencial de puro roce triunfa por encima de todo y lo virtual funciona en algunos casos como generación de contenido más que como core del evento (digamos que no “participas en un evento virtual” sino que meramente consumes contenido).
Influencers, can’t live with them, can’t live without them… Las agencias ven cómo hay otros expertos ganando terreno (youtubers, tiktokers, influencers…), perfiles digitales que, cada vez más, el cliente demanda en sus eventos como gancho para sus públicos. Y ojo, porque para gestionar todo este mundillo digital y de RRSS en las agencias los perfiles son también paulatinamente más polivalentes. Parece que los influencers quizás no son una moda, sino un cambio en los canales de comunicación, a veces con la figura del micro-influencer, el experto en un tema, gestor de una comunidad limitada pero muy comprometida y que confía mucho en “su” influencer.