la fuerza de la ilusión
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Me pregunto ¿Qué es lo que mueve gran parte de lo que hacemos?
Cuando realicé aquel primer grupo, no tenía formación, pero pude hacerlo, porque tuve ilusión.
Cuando pegaba carteles de “viajes para jóvenes por la calle”, las paredes, las vallas de mi zona, de mi barrio, las luchaba hasta altas horas de la madrugada, sería porque tenía ilusión.
Cuando casi de niño me enviaron a Rusia de “Guía acompañante”, recuerdo contando con los dedos las estaciones del metro y el grupo detrás de mi, menos mal, salimos a la plaza roja,… era solo “ilusión”.
Cuando bien joven me nombraron director de la agencia, solo pude prometer una cosa, mi ilusión.
Cuando monté mi primera empresa no me plantee que no saliera adelante, todo era ilusión.
Cuando pasó aquello que dolió mucho, solo mirar hacia delante fue reencontrarte de nuevo con la fuerza de la ilusión.
Cuando nacieron mis hijas, cuando estoy con ellas es como si todo fuera perfecto, son la paz, el juego, la serenidad, la grandeza y como no, son la ilusión.
Cuando aprendí de aquella película que “La vida es bella” y desde entonces la ilusión me hace gritar cada día ¡¡buenos días princesa!
Otra película “La leyenda de Bagger Vance” nuevamente “ilusión”, vestida de determinación.
Cuando, veo el futuro, hay tanto por hacer, tanto por aprender, solo pido una cosa, que nunca pierda la ilusión.
He conocido a personas increíbles, y en sus miradas si una cosa es fácil de detectar, es la mirada de la ilusión, esta llena de brillo, de determinación, de entrega, de pasión, de seguridad, de valentía, de fuerza,…
Cuando preparamos un evento, donde nuestra mirada está puesta únicamente en las personas que van a participar,… esa mirada, es la fuerza de la ilusión