Eventos que se echan la siesta: 4 razones para dar un descanso a tus asistentes
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#1 Aprendemos más y mejor
Ya son muchos los estudios que han demostrado que cuando dormimos, nuestro cerebro transfiere nuestros recuerdos del hipocampo al neocórtex, el lugar donde se puede llevar a cabo su consolidación. Esto que implica que aquella información que hemos aprendido recientemente y que podría haber caído en el olvido pasa a formar parte de nuestra memoria a largo plazo. Traducción: Una siesta después de un intenso día de formación puede ser la última pieza que buscabas para conseguir un evento redondo en el que los asistentes recuerdan algo más que la excelente comida de la que pudieron disfrutar…
#2 Concentración al poder
Una siesta, incluso tan corta como de seis minutos, nos ayuda a recuperar la concentración si realizamos tareas de alta demanda cognitiva como ejercicios de memoria o lógica. Pero además, actúa como un botón de reset para nuestra productividad, que vuelve a aumentar tras haber descansado, incluso después de haberlo dado todo por perdido tras una intensa jornada de trabajo.
#3 Somos más resolutivos
Sí, como lo oyes. Quizás llevas doce horas seguidas de reunión en una convención porque tu equipo no consigue encontrar una solución y resulta que todo lo que necesitábais para resolver vuestro problema era echaros una deliciosa siesta. Parece que tras atravesar la fase REM del sueño, a los humanos nos cuesta menos esfuerzo conectar ideas distintas, y ésta es una de las principales herramientas para la resolución de problemas. Toma nota y deja un hueco para que tus asistentes disfruten realmente de la zona chill out que seguro has diseñado en tu evento.
#4 Felicidad…
Nada puede demostrar mejor este punto que este vídeo que seguro te has cruzado por facebook alguna vez… La falta de sueño nos desregula emocionalmente y nos hace estar de mal humor sin saber porqué. Esto ocurre porque durante el sueño nuestro cerebro aumenta los niveles de serotonina, nuestra querida hormona de la felicidad. ¿No es cierto que después de una buena llorera todo lo que necesitamos es una buena siesta y ya estamos como nuevos, listos para la acción? No dejes que a tus asistentes les pueda el cansancio y transmitan su mal humor entre ellos… Prepara unos sillones bien cómodos y deja que la serotonina haga el resto.