7 pequeñas ideas que te ayudarán a ser más creativo

Papel y boli siempre encima: Parece obvio, pero… ¿cuántas veces has escuchado una broma que te propusiste recordar y que más tarde deseaste haber apuntado? A lo largo del día, escuchamos multitud de comentarios, reflexiones o críticas que despiertan nuestro interés y nos hacen pensar un poco más allá. O quizás no, pero nos hacen reír. O llorar. Y justo esta es la respuesta que buscamos en los demás cuando intentamos diseñar algo creativo, entonces… ¿por qué no exprimir al máximo la fuente de ideas que es nuestra vida diaria? Ya sabes: libreta y boli siempre a mano para no dejar que las buenas ideas salgan volando.

No descartes ideas malas: «No existen las malas ideas». Este debe ser tu lema si crees que la falta de creatividad te afecta a menudo. Es frecuente que, debido a nuestra alta autoexigencia, descartemos ideas que con un poco de trabajo podrían convertirse en grandes iniciativas. Cuando tengas el impulso de hacer una bola de papel con tu folio y jugar al baloncesto con tus costosos impulsos creativos, ¡detente a tiempo y piénsalo bien! Si enfrentas cara a cara esa idea que ibas a desechar y piensas qué es lo que falla o falta descubrirás la clave en la que tienes que centrarte para crear aquello que buscas.

Habla con los más pequeños: Dicen que tan solo el 2% de los adultos se consideran a sí mismos personas creativas (suponemos que el otro 98% habrá entrado a leer este artículo con la esperanza de que revolucionemos su día a día en el trabajo). ¿Cómo es posible, teniendo en cuenta la tan anhelada imaginación que todos tuvimos cuando jugábamos con la tierra en el patio del cole? Las normas y costumbres de nuestra sociedad han hecho que nuestra creatividad se vea limitada en muchos sentidos, pero por suerte los más pequeños de casa aún consiguen escaparse… aprovéchate. No queremos que utilices a tu hijo, sobrino o vecino como una wikipedia creativa, pero alguna que otra conversación cuando te sientas bloqueado puede iluminarte en formas que nunca imaginarías.

Acaba algo: Así de sencillo. Agarra tu lista de tareas y acaba la que más te apetezca. Todo vale, incluso ordenar tus emails. Lo que conseguirás con esto (además de quitarte de encima algún que otro asunto pendiente) es crear un sentimiento de éxito y satisfacción personal: te motivarás pensando que has hecho algo bien y esa inyección de autoestima será la mejor medicina para la falta de creatividad.

Paseos rápidos y ojos abiertos: Si necesitas una idea innovadora, que destaque por su originalidad, quedarte sentado en la oficina mirando al techo esperando la inspiración no te ayudará mucho… Los paseos rápidos, especialmente por sitios desconocidos, pueden ser tu gran aliado. Eso sí: mantén los ojos abiertos y deja que los sonidos, las personas y el entorno en general se cuele en tu mente para crear nuevas ideas. 

Cambia de música de vez en cuando: La música tiene un poder inspirador inigualable, y a veces ignoramos los muchos beneficios que nos pueden aportar unos minutos con los cascos puestos de camino al trabajo. Pero es que ese potencial que tienen las playlists de convertirse en nuestra musa es aún mayor cuando sacamos una cana al aire y exploramos otros géneros y estilos de música que no solemos escuchar. El cambio será revolucionario para tu imaginación, ¡pruébalo!

Lee: ¿Alguna vez has pensado durante horas y horas en una idea diferente para tu evento, y solo cuando te has puesto a hablar sobre los nuevos yogures que han sacado o sobre la nueva tienda que han abierto cerca de casa es cuando te ha venido la inspiración? Cuando pensamos en algo y centramos todos nuestros pensamientos en un mismo tema, sin dejar que otros campos de interés y perspectivas entren en juego, le estamos complicando el trabajo a nuestra imaginación de forma considerable… Estamos levantando barreras que impiden que nos lancemos a tener pensamientos atrevidos. Leer un periódico o una revista, especialmente si es sobre un tema distinto a aquello en lo que estamos trabajando, puede hacer que desconectemos lo justo como para que nuestra creatividad se salte alguna que otra barrera y pueda crear conexiones inesperadas, que son las que acaban siendo verdaderamente originales.

Y de eso se trata, de dar pequeños empujones a nuestro lado más atrevido e imaginativo, con tal de poder saltarnos las normas de vez en cuando y sorprender a ese 2% que dice ser creativo… (aún ponemos en duda lo de que la creatividad como característica humana exista). Así que ya sabes: rodéate de niños, música, entornos diferentes y mucha valentía para lanzarte a la piscina con tus ideas menos convencionales.