Una introducción a los Neuroeventos, por Raimond Torrents
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Todo comunica en un evento. Como dice Raimond, «el no comunicar, no existe», así que esforcémonos porque todo comunique el mensaje correcto (desde la decoración hasta el catering todo aporta a mensaje). La comida que servimos, los colores que predominan en la decoración, la cola de acceso…todos estos elementos comunican algo sobre el estilo de tu compañía, la atención que presta a sus invitados, su posicionamiento.
Primer paso: define qué es lo que quieres que los asistentes sientan, piensan y hagan después del evento. Pero ten en cuenta que cambiar algo en los invitados supone hablar de emociones, no de razones. «Nuestros cerebros están diseñados para sentir más que para pensar» apunta Raimond. El mensaje emocional va directamente a nuestro cerebro primitivo y lo hace reaccionar. Y este cerebro primitivo, que es el que funciona movido simplemente por el instinto de supervivencia, supone la parte más poderosa de nuestro órgano. Algunos ejemplos de cómo llevarlo a la práctica:
Haz que la gente se sienta incómoda. La motivación se consigue cuando cerebro está estresado por la falta de algo…y se le ofrece una solución a esa necesidad. DESEO – FRUSTRACIÓN – SOLUCIÓN es la secuencia perfecta de este proceso. La disonancia cognitiva (se produce cuando enfrentas dos ideas contradictorias) utilizada en eventos genera este estrés y la explicación del por qué y el cómo de cada una de las posiciones, es una buena estrategia para tener a la gente conectada durante la sesión.
Usa la empatía. Los seres humanos tenemos las llamadas neuronas espejo, esas que generan empatía por lo que vemos en los demás. Por ello el impacto de los premios y los reconocimientos: la audiencia se siente identificada y se siente motivada aunque sea a otros compañeros a los que están premiando.
¿Qué recordará el púbico? La memoria es esencial. Por supuesto quieres que los asistentes recuerden tu mensaje. El recuerdo se puede conseguir por la mera repetición del mensaje, o más efectivamente mediante la asociación de ideas. La gamificación o el storytelling son formas de comunicar el mensaje de una forma que no requiere mucha repetición y que ayuda al cerebro a recordarlo.
Se buscan líderes. Los eventos suponen un momento en que el liderazgo es crucial: los líderes dan seguridad, muestran el camino, comparten su experiencia y ayudan a que el mensaje sea creíble. Si la gente no se siente segura en sus organizaciones, su rendimiento no será al óptimo. Por ello hay que preparar las sesiones y discursos de nuestros directivos muy bien. Y un detalle: la gente confía más en un directivo que sonríe.
Comportamiento colectivo. No tomamos decisiones de manera individual, sino que tenemos en cuenta a los demás. Así que genera en tu evento momentos de identificación colectiva, desde fotos de grupo, una dinámica de grupo, que puede ser una canción o un lema…
Usa música. Durante su sesión, Raimond dio a los asistentes una máscara para tapar sus ojos y hacerles escuchar distintos estilos de música y que analizaran el impacto que tenía en sus reacciones y sensaciones. La música es fantástica para crear expectación, motivación, diversión…y su dinámica fue un ejemplo muy concreto de experimentarlo. Así que para tu próximo evento ve más allá de poner el último éxito de Coldplay y piensa cuidadosamente lo que puedes transmitir con la música que uses.
Estos son consejos son solo una pista, una introducción para empezar a cambiar pequeñas cosas en nuestros eventos. Entender cuáles son esos resortes que hacen que la gente esté más predispuesta a prestar atención, creer, recordar y actuar.