Una experiencia de conducción adaptada al Covid
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Estas jornadas de conducción se llevan celebrando varios años y a pesar de las circunstancias excepcionales de estos meses, la marca apostó por lo presencial para seguir con la fidelización de sus clientes. Aunque inicialmente los concesionarios tuvieron sus dudas a la hora de invitar a una acción presencial, el argumento estaba claro: el cliente agradecía ese tipo de experiencias de conducción, tenía ganas por salir y probar los coches e igual que se acercaba a un concesionario y accedía a un espacio cerrado, ¿por qué no iba a acudir al circuito donde la mayor parte del evento transcurre en la zona abierta del pit lane?
Así pues, las jornadas se organizaron en torno a 18 elegidos por turno, con nueve coches a su disposición en la pista del circuito. Cada cliente subía acompañado de un piloto de la marca que hacía de copiloto y le explica las funcionalidades del vehículo, ayudándole a sacar el máximo partido a la conducción. A parte de la prueba de vehículo se disfrutaban de dos actividades de copilotaje. En esta ocasión el cliente pasa al asiento de copiloto y es un piloto profesional de BMW quien coge el volante para probar el vehículo sin controles de tracción o donde se prueba el sistema de tracción personalizada M-Xdrive.
Y para alimentar el momento selfie en redes sociales en el circuito, se había montado una pequeña zona de exposición con dos modelos singulares de la marca: un M8 grand coupe del que solo hay 400 unidades en el mundo y un M2 competition que tiene todos los accesorios de carbono. Dos joyas para un amate de la conducción.
Experiencia de pilotaje con protocolos Covid
Como nos comentan desde la marca, se trata de repensar, dar una vuelta a todo el evento y los posibles momentos de contacto para reforzar la seguridad e implementar los protocolos. Además de manejar grupos de clientes pequeños en cada turno de conducción, los coches utilizados en los pilotajes estaban en duplicado. Cuando los nueve coches estaban rodando en pista, los otros nueve del turno anterior estaban desinfectándose, para que los clientes no tuvieran que esperan entre turno y turno.
Para que los participantes pudieran tocar, disfrutar y sentarse en el interior de los coches en exposición, se marcaba con una pequeña pegatina imán en las puertas que el coche había sido abierto para que inmediatamente el staff lo limpiara y pudiera ponerse a disposición de otro cliente que quisiera acercarse.
El momento catering en la zona de boxes se resolvió asignando una mesa para cada cliente donde la comida, a base de aperitivos, venía en una caja individualizada.
Además de gel, mascarilla, acreditación individualizada con toma de temperatura y mostrador tras una mampara. Al staff de la agencia se le hizo PCRs para que asegurarse que el día del evento fueran PCR negativo.
Todos estos protocolos anti-covid fueron comunicados a cada invitado en el mail de confirmación que recibían tras el registro. La misma información también la recibían por sms para que supieran antes de llegar al evento cómo desenvolverse en el espacio y cómo iba a desarrollarse la experiencia.