Zurich: reunirse de forma sostenible es fácil y encanta

La puesta en escena fue futurista, representando un viaje en una nave espacial: una composición de cinco pantallas de leds donde las presentaciones se integraban en un video dinámico dando ininterrumpidamente la sensación de estar viajando en el espacio, tanto cuando estaban sentados en cómodas butacas, como cuando éstas desaparecían automáticamente bajo el suelo en menos de diez minutos, dejándolos a todos de pie y haciéndoles sentir partícipes de la experiencia intergaláctica.

Detalles que importan e impactan

El espacio escogido fue el Museo Agbar, que cedió su Ágora por tratarse de un evento que promocionaba la sostenibilidad. Los traslados se realizaron en un superbus ecológico y durante el evento un contador iba marcando la huella de CO2 generada que todos tuvieron la oportunidad de compensar al final y dejar a cero. El catering sirvió de forma especialmente creativa los productos Km0, frescos y de temporada, apostando tanto por evitar los residuos que hasta las minutas eran comestibles. Nada de plásticos de un solo uso, apps para no imprimir nada que fuera imprescindible, y cuando lo era, se hizo sobre papel con semillas. Finalmente, parte del staff para el evento fueron profesionales con discapacidad.

Hubo tambien varias actividades inspiradoras, como una acción sobre design thinking y un show de magia corporativa, que les animó a ver soluciones diferentes y efectivas simplemente saliendo de su zona de confort. Hubo entrega de premios y reconocimiento para felicitar a los equipos y motivarles de cara a la nueva etapa de la empresa. Para finalizar, los 160 directivos participaron en la creación de un huerto urbano.