Ibiza no pasa de moda y vuelve a ser la protagonista en un incentivo

Ibiza como destino para un incentivo. En su conjunto es una isla que el 80% de las actividades MICE están relacionadas con incentivos. “De todas formas no está del todo 100% preparada para organizar un incentivo”, nos señala Juan Miguel Caldentey (maximice events group). ¿Complejidades del destino? Se presentaron dos hándicaps durante la organización con 300 personas en Ibiza: por un lado, los participantes eran profesionales de incentivos y en consecuencia esperaban un servicio y un trato al nivel de las circunstancias, y por otro lado, las posibilidades de los proveedores estaban limitadas, ya que planes “b” existen muy pocos en la isla, “te encuentras una lucha continua con el proveedor y tienes que conseguir unos niveles de exigencia muy altos debido a las altas expectativas del destino”, nos señala Juan Miguel.

Empieza la aventura. LLegaron al aeropuerto y de ahí traslado al hotel en la zona este de la isla, donde les esperaba un cóctel de bienvenida en la terraza del hotel con vistas a la isla de Es Vedrá. Por la noche disfrutaron de un venue inspirado en la película ‘Abierto hasta el amanecer’ de Tarantino, “se trataba de un sitio ubicado en la mitad del bosque (Cova Santa)”, nos señala Miguel. Ahí les esperaba una fiesta ibicenca estilo flower power, y un buffet tropical ubicado en diferentes estaciones y alturas. La fiesta terminó con una entrega de premios y dos actuaciones de un dj de Liverpool como tributo a los Beatles.

Segundo día: navegar hasta Formentera. Después de la resaca post bienvenida, el grupo tuvo un día repleto de actividades deportivas y gastronómicas, “sobretodo asociadas al mar y a experiencias gastronómicas locales”, nos señala Juan Miguel. Como primera actividad náutica, se embarcaron en seis veleros para navegar con monitores por la costa ibicenca, tuvieron un pre aprendizaje en tierra sobre nociones básicas de vela y se adjudicó a cada participante una responsabilidad como miembro de la tripulación. Navegaron hasta llegar a la isla vecina de Formentera donde les esperaban más aventuras: una vez desembarcaron en el puerto de la isla, se trasladó al grupo a Espujols, un pueblecito con encanto donde un  chef de la zona, les enseñó a preparar un arroz de pescado típico de la isla, “fue un momento de recompensa después de la navegación durante horas hasta llegar a Formentera”, nos señala Juan Miguel.

Vuelta a Ibiza y llegada al hotel. Por la noche tenían una sorpresa preparada: una cena y fiesta de despedida en ‘Pachá Ibiza’, una de las discotecas más conocidas del mundo. “Este montaje fue complicado, es una discoteca que está muy demandada y es difícil reservar para preparar una fiesta privada”, nos señala Juan Miguel. Durante la cena, se preparó un menú con guiños a la comida tradicional ibicenca pero con toques vanguardistas como la ‘artaleta de cuïnat de N’Antonia’, un plato típico ibicenco de Semana Santa con una base de algarroba y espuma de limón.