Las clásicas Victoria apuestan al doble o nada
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Más de 300 invitados acudieron al hotel boutique Petit Place Santa Bárbara donde se encontraron todo por duplicado. Utilizaron dos plantas y ambas tenían lo mismo, era difícil distinguir si estabas en la de abajo o en la de arriba. El efecto óptico se potenció con un juego de espejos que reflejaban las imágenes en cualquier parte de la sala. Curiosamente, los espejos eran reales, a pesar de la dificultad que supone transportarlos, subir las escaleras y colocarlos en la posición adecuada a diferentes alturas, UNO Comunicación apostó por espejos de verdad, porque los de vinilo u otro material no consiguen el mismo efecto, y tenían que reflejar fielmente la imagen, sin deformarla y que se vieran bien las zapatillas (los marcos de los espejos eran de los mismos colores que las Victoria). Eso sí, todo se hizo con mucho cuidado para que no se rompieran ¡que da mala suerte! Además, el photocall, los tótems de exposición, la comida del catering, los Djs… todo iba de dos en dos, una apuesta al doble o nada haciendo un paralelismo con la zapatilla doble Victoria. Hasta las azafatas eran gemelas. Además, invitaron a conocidos gemelos del mundo de la moda e influencers.
El concepto de exclusividad se reforzó con la apertura, solo durante 12 horas, de la web de la marca para que los consumidores pudieran comparar sus zapatillas doble Victoria. El evento tuvo mucha notoriedad y repercusión en las redes sociales y en la prensa especializada, algo a lo que contribuyó la presencia de la modelo Esther Expósito, imagen de la campaña y de otras personalidades mediáticas como Andrea Duró.