Inspiración ‘white party’ para un incentivo en Marbella
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Llegada de lujo. Recogieron al grupo con autobuses de lujo en el aeropuerto hasta su hotel de Marbella. Justo tuvieron el tiempo de hacer el check in, ducharse y arreglarse para su fiesta de blanco de bienvenida en una terraza del hotel con vistas al mar, donde les esperaba alguna sorpresa y varias actuaciones de entertainment.
Experiencia en alta mar. Al día siguiente el mismo autobús de lujo les llevó al puerto de Estepona a disfrutar de un sea experience. “El plan era pasar ocho horas en alta mar pasándolo bien, comiendo, bebiendo y bailando”, nos señalan desde la agencia. Tras navegar durante media hora, fondearon y empezó la diversión con deportes acuáticos: jet ski, banana, stand up paddle, seabob o jetboat. Para terminar la jornada, practicaron golf en el mar: las bolas de golf son ecológicas, biodegradables y una vez en contacto con el agua se abren y se convierten en comida para peces.
Visita cultural. Al día siguiente visitaron el casco viejo de Marbella para disfrutar de una yinkana interactiva con iPads. Se dividieron en cuatro equipos de diez, y cada equipo llevaba una mochila con un iPad y varias herramientas que les permitió superar cada reto que se les planteó durante la experiencia. Al encender el iPad empezaba el juego: un mapa interactivo en el que veían su ubicación, y donde aparecían multitud de puntos de interés. En cada punto de interés les saltaba una pregunta, un reto, un ejercicio que tenían que resolver de la forma más original y divertida. ¿La clave? “Trabajar en equipo en cada momento para conseguir los mejores resultados. Se lo pasaron en grande, interactuaron con los locales, se quitaron la ropa para crear la cadena de ropa más larga del grupo, hicieron “hakas”, coreografías, fotos, videos y todo eso en los lugares y frente a los monumentos más emblemáticos del centro de Marbella”, nos señalan desde la agencia.
Picasso, el pintor que inspira la ciudad. Por la noche tuvieron sorpresa: un Picasso Challenge seguido de una ruta de tapas por el centro histórico de Málaga. “Es una actividad que siempre recomendamos a los grupos que vienen a conocer Málaga, ya que es la ciudad natal del mítico pintor”, nos señalan desde la agencia. Para darle aún más magia a la cosa, montaron la actividad en la Alcazaba de Málaga, con vistas impresionantes a toda la ciudad. La actividad consistió en jugar en equipo. Cada equipo recibe una copia de una famosa pintura de Picasso, y el equipo que haga la mejor réplica (por supuesto todos tienen que participar, teniendo cada uno la responsabilidad de una parte del dibujo) gana. Eso sí, para conseguir los lápices, las pinturas y demás herramientas tuvieron que resolver previamente otras pruebas que les mandaron.
Gastronomía malagueña. Tras la actividad, empezó la ruta de tapas: diversión, gastronomía, cultura, “entregamos a cada persona un bono para cada uno de los bares reservados (que suelen ser tres o cuatro según el tiempo del que dispongan), y cada bono incluye una bebida y dos tapas por persona”, nos señalan desde la agencia. No tienían que seguir ningún orden ni límite de tiempo en cada sitio. Cada uno iba a su ritmo, y con la compañía de los miembros del grupo que querían… «la idea era seguir el ritmo que marca la tierra, un estilo relajado, pero alegre y dinámico en todo momento», nos señalan de la agencia.