Tematización japonesa en el evento de everis
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Un evento que se celebra todos los veranos. La consultora internacional everis celebra cada verano una gran fiesta temática para sus empleados. Según el número de asistentes por oficina cuentan con su celebración propia (Barcelona, Alicante, Salamanca o Sevilla) o se concentran en el gran referente de la fiesta, Madrid. “Fue precisamente en la capital donde se dieron cita el pasado 14 de Julio en el Wizink Center los empleados de la sede central y los de oficinas próximas hasta sumar más de 3.300 invitados en lo que prometía ser la fiesta más multitudinaria hasta la fecha”, nos señala Jorge Hernández, director creativo de Cow Events Group.
La cultura japonesa, fuente de inspiración para tematizar el evento y resaltar la filosofía de la empresa. ¿El Japón más tradicional y solemne o el más tecnológico y colorista? Según Jorge, “ambos, nuestra celebración estival debía ser un canto a la cultura, al entretenimiento y a las tradiciones niponas”. Además, “la temática de este año debía responder a una realidad corporativa muy particular”: el evento tenía como objetivo recordar un acontecimiento: hace dos años la consultora, de origen español, fue adquirida por el gigante tecnológico japonés NTT y desde entonces los vínculos con la cultura japonesa se habían ido acrecentando. Y que según Jorge, “era el momento de, concluido ese proceso de integración, dar una cálida bienvenida al país del Sol Naciente. Dicho y hecho, la temática y claim de la fiesta no podían ser más claros y directos: Japan- NatsuParty2018… (Japón-Fiesta de Verano 2018)”.
El reto de transformar el espacio en un templo japonés. Con esta premisa, se transformó el Palacio de los Deportes madrileño en un gran templo nipón al que se accedía por un “pasillo de los deseos Tanabata” y un “arco Tori”, para llegar a un espacio budokai en el que el techo estaba cubierto por centenares de farolillos flotantes (¡para los que hubo que diseñar un sistema de sujeción con globos de helio!). Todo el camino hasta la cancha había sido personalizado con la imagen de everis y motivos japoneses, con las mamparas y pantallas que tradicionalmente muestran el historial de conciertos… estando ahora dedicadas al país nipón, la consultora y los héroes manga más famosos. Al llegar a la pista, puestos de comida japonesa invitaban a disfrutar del cóctel mientras en el escenario de fondo paisajes tradicionales y jardines zen se proyectaban en alta potencia en más de 100m2 de pantalla. Además de disfrutar de una zona chill-out, los invitados tenían una zona especial de recreo y actividades, con múltiples máquinas de baile y juegos arcade, un gran hinchable de “humor amarillo” y un tatami de lucha sumo. Entre los invitados, geishas y señores samurái paseaban y los entretenían con juegos, malabares y ocurrencias. En este acogedor y elegante ambiente, un ejército de camareros se encargaban de dar de cenar a los más de 3.000 asistentes. Entonces, concluido el cóctel, las luces comenzaron a apagarse, hasta quedar todo a oscuras, salvo unos colores psicodélicos que bailaban en el fondo del espacio…
Transportar a los asistentes al universo nipón. Se diseñó un evento donde todos los sentidos (tacto, iluminación, colores, sonido…) estaban activados para trasportar a los asistentes al Japón más sensorial. Según Jorge, “un juego de cromoterapia llenaba el escenario mientras un grupo de percusión tradicional japonesa (taiko) iniciaba una vibrante interpretación entre claroscuros de iluminación y color. Con su último golpe y grito se levantaron unas lenguas de fuego en el escenario y todo el espacio cambió de golpe su ambientación. Las luces se volvieron alocadas y coloristas, los láser comenzaron a llenar el pabellón y entraron en escena el animador-MC, el televisivo “Torito” y la mediática Dj María Forqué, debidamente disfrazada de colegiala japonesa. En pantalla, un festival de bailarinas virtuales manga acompañaban al presentador e invitaban al público a mover el cuerpo hasta la madrugada. El Japón más moderno y desenfadado había tomado el espacio y había convertido el Wizink Center en la discoteca más alocada de Madrid. Todo ello con la colaboración inestimable de unos go-go’s muy especiales: Pikachu, Doraemon, Son Goku…”
Copas, juegos, competiciones, música sin fin, láser, juegos de luces, pirotecnia, globos… la diversión más oriental y alocada se apropió de la noche madrileña bajo un único nombre: everis.