Moonwater, solo en los días de luna llena

En colaboración con el conocido local Válgame Dios, frecuentado por periodistas, intelectuales, y políticos, Moonwater convirtió la calle del mismo nombre, en confluencia con la de Augusto Figueroa, en un showroom inspirado en el Barrio Rojo de Ámsterdam, situando en los escaparates de una galería de arte varias perfomances con actores. Mientras tanto en el interior tenía lugar la IV entrega del premio de literatura erótica escrita por mujeres con la asistencia de un jurado con nombres tan conocidos como Luz Sánchez-Mellado, Joana Bonet, Óscar Mariné, José Luis García Berlanga, Boris Izaguirre, Raúl del Pozo, Jon Sistiaga, Luis Arroyo, Fernando Grande-Marlaska y Màxim Huerta, entre otros.

Pero, ¿qué hacía Moonwater en un evento literario? Para entenderlo primero hay que conocer el producto: un mixer/refresco de agua envasada solo los días de luna llena en un manantial de Asturias con extractos de jengibre y lima limón en una lata diseñada por Oscar Mariné, que mezcla bien con el alcohol, y que pretende ser la alternativa saludable, y cool, de la noche. Después hay que conocer a los cuatro socios, unos convencidos de que la luna es mágica en nuestras vidas. El resultado: ediciones muy limitadas de Moonwater, prácticamente como si se tratase de cosechas.

Con este punto de partida, los eventos – muchos de los cuales organizan directamente, y otros se suman, como en este caso en el que participaron en el diseño, producción y ejecución junto con Válgame Dios – se han convertido para esta marca en un medio fluido de comunicación y representativos de su forma de negocio. “Desde que salimos al mercado el pasado 5 de octubre hemos realizado nueve eventos propios, cada uno con una personalidad diferente” – nos cuenta Toni Aparisi – “en los que premiamos a nuestros clientes, por ejemplo realizando los eventos en sus locales, o para dar a conocer nuestra marca. Nos hemos dado cuenta que somos buenos organizando eventos y de que tenemos una buena capacidad de convocatoria”.

Y además se divierten: “Es todo un reto idea un evento que necesariamente solo puede transcurrir en una noche de luna llena, que puede caer en cualquier día de la semana. En el caso de este evento fue un jueves, a dos días de las fiestas del Orgullo, lo que fue la excusa perfecta junto con el propio atractivo de Válgame Dios y su certamen, para crear un encuentro diferente”.