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Travesía por Formentera, en un incentivo muy marinero

Travesía por Formentera, en un incentivo muy marinero

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Formentera es una isla que impregna al visitante relax y tranquilidad… Por eso, la agencia de viajes Excelsior organizó un incentivo por la isla, pasando por Ibiza y Denia, ¡toda una experiencia mediterránea! “Salimos de Madrid con 24 personas de un empresa de alimentación, llegamos a Ibiza y fuimos directos a embarcar en la Goleta Cervantes (un barco lleno de historia y una auténtica maravilla náutica). Ibiza en ocasiones es un destino asociado con los excesos, la fiesta y nos olvidamos de que realmente es un paraje natural, con muchas zonas vírgenes por descubrir. ¿Y Formentera? Una delicia de isla, rodeada de playas con mar transparente y prácticamente virgen”, nos cuenta Javier de Excelsior. 

¿El objetivo del incentivo? “Fidelizar a los mejores clientes de la marca, invitaban al ganador del incentivo con su pareja, por lo que no se hablaba de trabajo durante el viaje, es un incentivo para que sigan vendiendo sus productos y cada año les llevamos a un destino diferente (casi siempre relacionado con el mar)”, nos señala Javier.

¿Target? El tipo de persona son parejas entre 40-45 años donde prima que haya buen ambiente y sobretodo que tengan tiempo libre, es decir, evitar el concepto clásico de grupo, que haya libertad para cada pareja dentro del mismo viaje, “no les gusta que les llevemos juntos a todas partes, aunque en un barco eso se consigue sin quererlo. Pero que la actividad principal y casi única es navegar y recorrer el mediterráneo formando un triángulo”, nos señala Javier.  

Travesía por Formentera desde Ibiza. La hermana pequeña de Ibiza no deja indiferente a nadie. La isla se mantiene prácticamente virgen, es la única de las pitiusas que no tiene aeropuerto, siendo el barco la única opción de acceso. Javier nos cuenta que, «llegamos a Ibiza e hicimos noche en un hotel en el mismo pueblo de Ibiza, recorrido los lugares típicos de la noche ibicenca de la localidad”. A la mañana siguiente, el grupo navegó hasta Formentera a través de una goleta antigua. Una vez llegaron a Formentera, hicieron parada en la playa de Cavall d´en Borràs para comer en el restaurante de moda: el Beso Beach (un rústico y desenfadado chiringuito en primera línea de playa que sirve cocina mediterránea con toques vascos), con la tradicional foto en el banco con la leyenda: “no hay verano sin beso”.

Recorrer la isla en un transporte ecológico. Formentera es pequeña, pero tiene lugares idílicos, como el Molino de la Mola, la playa de Illetes, San Fransesc (el principal pueblo con gastronomía y tiendas locales) o Cala Saona. El recorrido por la isla se realizó en coches tipo Mehari (tanto los míticos Citroen Mehari como los nuevos e-Mehari) de forma ecológica, ya que son coches electrónicos. Según Javier, “es una manera de integrarse en el estilo de la isla, ya que se respira un ritmo más relajado y natural que en Ibiza”. Exclusivamente el grupo se juntó para comer, y por la noche: fiesta de blanco en Es Molí de la Sal, un antiguo molino marinero reconvertido en un restaurante mediterráneo, perfecto para hacer fiestas. Una vez embarcados de nuevo, el grupo navegó toda la noche hasta Denia.

Actividades náuticas en pleno mediterráneo. Las actividades fueron marítimas, es decir, navegar y navegar, “con un marinero experto en viajes náuticos, aprendieron a orientarse con las estrellas, hacer nudos marineros, entender cómo funciona el viento, etc. además de tomar gin tonic en la proa del barco y contar historias”.

 

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