Mondolirondo transforma dos espacios para recrear los universos de Givenchy y Kenzo
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Para representar el estilo francés, elegante y sofisticado, seña de identidad de Givenchy, se utilizaron colores puros, pasando del blanco al negro con un único toque de color: le rouge (el color rojo intenso del icónico labial que se ha convertido en un objeto de alta costura. Sobre una de las paredes negras, como si fuera un graffiti pintado con una barra de labios, la firma de la marca Givenchy, y en la pared de enfrente, su logo retroiluminado en blanco. Una atmósfera sobria y equilibrada para reflejar la estética de la maison.
En otra sala había que recrear el estilo de la marca japonesa, con una estética más fresca y dinámica que reflejara el carácter urbano y moderno de la firma, sin olvidar su símbolo estrella: las amapolas. Sobre un suelo que simulaba el asfalto se abría una grieta y por ella surgían estas flores tan importantes en el universo de Kenzo. Para darle ese estilo urbano y cosmopolita, un skyline recorría todas las paredes de la sala salpicada de amapolas por todas partes excepto una: la zona dedicada al nuevo perfume Kenzo World. En un rincón con espíritu colorista y arriesgado, se presentaba un perfume dinámico y divertido con forma de ojo, una nueva dimensión del espíritu Kenzo.
El evento se prolongó durante diez días para que los principales clientes del grupo LVMH pudieran conocer, en exclusiva -solo 10 personas en cada pase-, sus nuevas campañas y principales productos, integrando los conceptos creativos y las diferentes estéticas de las marcas francesa y japonesa para que los invitados vivieran una experiencia que no les dejara indiferentes.