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General · Madrid

La Luna de Octubre baña de luz y creatividad el Paseo del Prado

La Luna de Octubre baña de luz y creatividad el Paseo del Prado

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Evento cultural a pie de calle, abierto a los ciudadanos en el que pasearse y sorprenderse de cada espectáculo de luz, imagen, música y creatividad. Esto ha sido Luna de Octubre, una iniciativa del Ayuntamiento de Madrid para homenajear la historia del Paseo del Prado y los Jardines de El Buen Retiro de cara a la candidatura de este enclave como patrimonio Mundial de la UNESCO. Y para poner en valor y acercar a todos este punto de la ciudad, nada como un evento en forma de fiesta cultural, artística y sensorial. Te contamos qué espectáculos e intervenciones artísticas iluminaron el pasado sábado el Paseo de Recoletos.

Si hace trescientos años Carlos III ideó este enclave como una zona de ocio, disfrute y cultura para la ciudad, el pasado sábado madrileños y visitantes tomaron la noche para redescubrir este histórico paseo reinterpretado según las nuevas tendencias en arte, tecnología y estética. La idea era que se pudiera disfrutar de todos los espectáculos paseando tranquilamente y poder ir parando según el arte y la creatividad animara a detenerse. De esta forma se diseñó un programa de espectáculos que arrancaron a las ocho de la tarde en distintos puntos del paseo: desde la Puerta de Alcalá, las fuentes monumentales del paseo, el Museo del Prado, el Jardín Botánico o El Retiro.

La mayoría de las propuestas artísticas jugaron con la idea de luz que inspiraba el concepto de luna y noche y que marcaba, a su vez, el nombre y leitmotiv del evento (Luna de Octubre: ‘Despierta, ya es de noche’). Muchas de ellas integraron tecnología, proyecciones, espectáculo de luces, música y también mucha interactividad con el público:

Mirada a través de la puerta. La Puerta de Alcalá se abrió a un viaje audiovisual mediante 150m2 de pantallas LED engastadas en sus arcos, sirviendo de lienzo desde donde se lanzaron proyecciones monumentales de paisajes naturales, representaciones oníricas, etc.

Narcissus. Delante del edificio del Ayuntamiento se instaló una escultura formada por una gran cabeza de siete metros que simulaba estar tomándose un selfie. El público le imitaba y pasaba a sacarse una foto, y a través de un casco conectado se transmitía y proyectaba en tiempo real sobre la cabeza-escultura, llenando con la cara del fotografiado la escultura.

Keyframes. O cómo una escultura colectiva a base de figuras realizadas con tubos de luz semejando fluorescentes pueden contar una historia. Estos personajes de luz, colocados en posiciones concretas recrearon historias, situaciones y bailes mediante secuencias de iluminación programadas.

Inundación virtual en El Retiro. El Paseo de Estatuas del parque se inundó virtualmente mediante proyecciones de luz ondulantes para concienciar sobre la subida del nivel del mar por el calentamiento global. Sobre aguas reales, las del estanque del parque, se celebró un concierto al anochecer a bordo de las barcas en la que surgían instrumentos y músicos de la banda, performers, remeros, etc.

Una hormigonera se transforma en bola de discoteca. Delante del edificio que alberga el Salón de Reinos, antiguo salón de recepciones y fiestas de Felipe IV, se llevó también una fiesta actual e inusual a través del descubrimiento de una hormiguera. Mediante la performance, la hormigonera se transformó en una bola de discoteca convirtiéndose en el centro de una fiesta, de un gran salón de baile al aire libre.

Una sinfonía de formas y colores. Que los hinchables son una solución de decoración y ambientación en eventos para transformar con pocos materiales un espacio, ya lo sabíamos, pero también hemos visto que pueden recrear un universo de formas abstractas de luz y sonidos diferentes. En la entrada de Goya del Museo del Prado, se levantó este espectáculo compuesto por conos interactivos de 8 y 14 metros de altura con colores que cambiaban y sonidos saliendo de su interior según el movimiento de los asistentes. Un ambiente ensoñador y surrealista a través de estas creaciones hinchables.

Mapping 3D en la fachada principal de El Prado. Si hay un lugar donde la armonía de puntos y rectas juegan con las dimensiones en el plano, es en los lienzos que llenan las salas de El Prado; y fue en su exterior donde se quiso llevar a los espectadores a un viaje por las distintas dimensiones y formas geométricas. Axioma fue un espectáculo de mapping 3D compuesto por imágenes en dos dimensiones que producían un efecto tridimensional al ser vistas frontalmente y con unas gafas 3D que se repartían antes de cada pase.

Una escultura para tocar y crear. Dentro del Paseo se encontraban los cubos de LED que formaban un conjunto escultórico que invitaba al público a usar sus manos, brazos o el cuerpo entero para que con su movimiento controlar los gráficos y el patrón sonoro y de luz de la instalación.

Naturaleza y geometría en el Jardín Botánico. Luciendo entrada decorada para la ocasión por ramos gigantes de peonias de papel -que iluminadas desde sus maceteros tomaban una colorida paleta de reflejos y matices- el interior de este vergel urbano albergó proyecciones de luz de formas geométricas realizadas directamente sobre la vegetación y el paisaje del jardín.

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