400 empleados de Banco Urquijo atraviesan el tiempo
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La agencia apostó por levantar dos carpas anexas en la terraza exterior del edificio. En la primera carpa, que servía de acceso al evento, se creó un «túnel histórico»: un pasillo en el cual lo invitados podían ver las fotos más emblemáticas de la historia del banco y de personas que han formado parte de él. Esta carpa daba acceso a una segunda carpa, transparente, que dejaba ver la fachada del edificio. La decoración compuesta de bodegones de frutas y quesos y las 350 plantas que rodaban los laterales de la carpa conseguían crear un efecto de jardín en pleno centro de Madrid.
Tras los discursos del equipo directivo del Urquijo, unas bailarinas se encargaron de dar paso a través de un baile etéreo al estallido de luces de colores que daban por inaugurado el nuevo edificio.
Un catering, una barra de cócteles y un pintor que reflejó en un lienzo de 3 X 2 la imagen de la sede en menos de 20 minutos amenizaron la cena. Un evento de pasado y de futuro, con un importante protagonismo de la estrella de la noche: el edificio en la prestigiosa calle madrileña.