Lo que hay detrás de las impactantes charlas TED

TED ha crecido hasta convertirse en una gran marca identificada con abrir mentes, el intercambio de conocimientos y ofrecer un debate inteligente. ¿Cuáles son las principales razones para este éxito?

Algunas de las palabras que has elegido para describir TED ya son en sí causa de su éxito. Su misión es muy clara y se mueve en áreas como la tecnología, el entretenimiento y el diseño; con la idea principal del poder de las ideas que cambian el mundo. Con un reto para los participantes: ven y da la charla de tu vida en 18 minutos o menos. Así que aunque los temas son amplios el reto propuesto de concentrar el conocimiento en tan poco tiempo atrae a mucha gente.

En la era de la participación, las TEDtalks son todavía en sí mismas conferencias puras en lugar de formatos participativos. ¿Una paradoja, no?

Sí … pero el espectáculo puro en torno a charlas cortas es todo lo contrario a lo que vemos en la escuela y en las conferencias tradicionales. Esa energía es contagiosa y hace que la audiencia no se aburra. Los ponentes se meten de lleno en el evento y conectan con la audiencia como lo puede hacer un actor de teatro; el evento se orienta hacia lo emocional en lugar de hacia la parte racional del cerebro.

Además TED cuenta con un programa de formación para ponentes y proporciona recursos y gran apoyo a los speakers a la hora de presentar. Un apoyo visual que ayuda, pero no obstaculiza en el escenario. Los ponentes tienen en cuenta que hay otra audiencia además de la presencial, los que ven en remoto las charlas, para los cuales también tienen que interpretar; un esfuerzo que ayuda a enganchar aún más a los asistentes que están en directo.

TED nos muestra que en 20 minutos de sesión se puede decir mucho, pero aun así la mayoría de las conferencias duran todavía unos 45-60 minutos. ¿Por qué es tan complicado reducir el tiempo de una ponencia? ¿Son los egos de los oradores?

La responsabilidad es tanto de los ponentes como de los organizadores. Encontrar speakers adecuados en un trabajo difícil; si reduces el tiempo de su ponencia de una hora a 15 minutos, eso significa que ese tiempo lo tienes que cubrir encontrando a otros tres ponentes más. El triple de tiempo, de gastos, gestiones, etc. También está el temor de que la audiencia puede esperar una charla de una hora y pueden considerar algo insultante dejarles solo con una actuación de diez minutos.

Volviendo a nuestra experiencia en la escuela, seguimos teniendo en mente que las presentaciones tienen que durar una hora, como si de una clase se tratara. Esa costumbre pesa sobre los ponentes, tienden a prepararse charlas de una hora porque simplemente piensan que es lo que se espera de ellos y lo que siempre han hecho. Además estamos acostumbrados al ponente estrella tipo coach o motivacional que nos tiene que contar la historia de su vida y su paso por las adversidades, y eso consume tiempo en su presentación.

Sin embargo internet nos ha enseñado que se puede aprender de una forma más efectiva a partir de pequeñas píldoras de información. Es cierto que preparar una presentación TED es una tarea ardua: condensar un tema apasionante en una pequeña dosis de tiempo. Como decía Mark Twain «alguien me preguntó por qué escribía discursos tan largos; le contesté que no tenía tiempo para preparar uno más corto».