CP Proximity descifra las claves para que las marcas conozcan mejor la Generación X
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Es una generación a la que pertenecen 8.600.000 personas en España y que creció en un mundo en proceso de cambio. Vivieron los primeros años de la democracia en España; dejaron de ser niños durante el fin de la guerra fría; vivieron la aprobación del divorcio o la llegada de Internet y comenzaban a tener sus primeros trabajos durante la crisis económica de 1993. Estudio, que se llevó a cabo en España, Gran Bretaña y Estados Unidos, Canadá, Chile, China, entre otros, identificó tres perfiles de consumidores:
Los «Cruisers» o vividores: personas con cierto complejo de Peter Pan, viviendo al límite de lo establecido y tratando sencillamente de buscar la diversión en sus vidas. Tienen grandes círculos de amigos, disfrutan de la fiesta y de las relaciones sin compromiso y sólo conciben su hogar como un lugar para dormir. Es el grupo menos estresado porque básicamente hace lo que quiere, pero eso les genera también una especie de insatisfacción crónica que les convierte en los más infelices. Aunque son sistemáticamente críticos con las marcas, pueden tener comportamientos muy consumistas con todo aquello que les pueda proporcionar una experiencia nueva y diferente. Comparten una actitud, no un interés concreto así que lo más fácil con este grupo es tratar de posicionarse como fuera de la mayoría o mostrar un estilo de vida desinhibido y que no parezca forzado.
Los «Nesters» o hedonistas urbanos: se ciñen a un grupo de amigos más pequeño, al bienestar del hogar o de un barrio que sienten como propio. Es el tipo de gente que organiza cenas en casa y habla de la mejor frutería ecológica del barrio. Pero también son personas que están esperando a que ocurra el siguiente gran acontecimiento en sus vidas y eso les genera cierta ansiedad. Mientras tanto, están dispuestos a consumir las mejores marcas y los mejores productos, todo aquello que les proporcione una experiencia a la altura de sus vidas de diseño. Les gusta tener una casa bonita e invierten en piezas de diseño o en moda, aunque también saben ser prácticos Para las marcas, este grupo es el que ofrece mayores oportunidades.
Los «Super-breeders» o superpapás: son padres que consideran a sus hijos el centro de sus vidas. Quieren lo mejor para sus hijos y quieren que sus hijos sean los mejores. Son muy protectores, competitivos, puritanos, y les encanta todo lo que suena a fresco, orgánico, natural o sostenible. Por tanto, las marcas asociadas con lo natural, lo sano o la protección de los niños son las que tendrán mayor éxito con este grupo. Quieren que sus marcas les ayuden a conseguir su mundo perfecto. Aunque a veces la comodidad les hace traicionar sus principios y llevan a los niños a McDonald´s (porque tampoco quieren ser malos padres). Si la calidad les resulta convincente, el precio no será un problema si sienten que lo están dando todo por los niños. Poner a otra persona en el centro del universo hace que te olvides de ti mismo. Por eso los superbreeders también luchan por mantener cierta cuota de su imagen e identidad personal. Así, son los más propensos a confiar en la cosmética o la cirugía estética… seguramente se sienten mayores, por el simple hecho de tener hijos.
«Gracias a más de medio millón de datos cuantitativos disponibles, el estudio contribuye a entender las actitudes, deseos y preocupaciones de toda una generación y puede ayudar a los anunciantes a inspirar nuevos modos de dirigirse a un público heterogéneo que aparece continuamente en todo tipo de briefings», concluye Juan Manuel Ramírez. Además, todos estos conocimientos también pueden contribuir a que las marcas conozcan mejor qué tipo de experiencias les interesan para sus eventos.