Los hoteles más freakies, para incentivos alocados
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Si eres organizador de eventos, no te quedes fuera de la ola. Te presentamos algunas propuestas (sólo aptas para incentivos alocados).
Dormir en un tubo, en el Hotel Das Park: ubicado en la ciudad austriaca de Ottonsheim, los huéspedes aquí tienen el placer de dormir en tubos de construcción. En cada uno pueden dormir hasta dos personas, y sólo tienen una cama y una lámpara. Se trata de un peculiar hotel que fue construido dentro de tres tubos de concreto para alcantarilla, abandonados por una constructora en el parque de la ciudad. Eso sí, las habitaciones tienen Wiffi, están climatizadas y las puertas de madera tienen cerradura electrónica (ver galería de imágenes).
Romper el hielo, en el Hotel de Glace: Ubicado en Quebec, Canadá, este hotel, abierto desde enero hasta marzo, dispone de cómodas y frías habitaciones hechas de hielo. Un castillo de hielo que congela con tan solo verlo…
Tratados como presidiarios en Karosta: Letonia acoge uno de los hoteles más peculiares de la lista (hay para todos los gustos), una antigua cárcel militar transformada en hotel. El detalle: los huéspedes se pueden ir cuando quieran, pero mientras están allí son tratados como presidiarios.
Una noche de perros en Dog Bark Park: Está en la localidad de Cottonwood, EE.UU. Es un hotel con forma de perro Beagle, llamado Sweet Willy. Cuenta con todas las comodidades, excepto con teléfono y televisión para no arruinar la experiencia…
Una noche muy dulce, en el Hotel De Vrouwe van Stavoren: Situado en Holanda, es ideal para grupos de catadores de vino. Además de las habitaciones comunes, el hotel ha transformado cuatro barriles de vino de 15.000 litros, en habitaciones. Cada antiguo barril tiene un espacio para sentarse, televisión color, radio y teléfono además de otras facilidades privadas.
Otra muy salada, en el Hotel Luna Salada: Ubicado en Bolivia, se trata de un hotel construido con bloques de sal. A orillas del salar de Uyuni, cuenta con 25 habitaciones con capacidad para 50 personas. Cada uno de estos cuartos tienen camas y muebles de sal. El piso está, al igual que en el resto del hospedaje, alfombrado por los cristales salinos.
Un hospedaje itinerante, en el Hotel Everland: Originario de Suiza, consta de una sola habitación que, a modo de cúpula, ha coronado ya varios edificios. Es un magnifico mirador, la habitación en sí misma es de un estilo futurista y pequeña: alberga una cama king-size, un baño completo y una cocina.
Adiós a la claustrofobia en Capsule Inn: Diseñado por Kisho Kurokawa, este hotel morgue (bastante conocido) está situado en Osaka, Tokio. Son habitaciones tipo nichos de 2m x 1m x1,25m, con tan solo un colchón, luz, radio y televisión.
La aventura Jack Cousteau, en Poseidon Undersea: Situado en las islas Fiji, se trata de un hotel submarino con habitaciones transparentes, que permiten observar los corales y peces tropicales. Su construcción costó unos 437 millones de euros y se compone de 220 suites que están a 20m debajo de la superficie, en la playa Jumeirah.