Lo que el desfile del 9 de mayo en Moscú nos enseña sobre los eventos
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La celebración de la identidad de un pueblo, de su fuerza, su historia
La celebración de la victoria rusa ante el tercer Reich empezó nada más acabar la guerra, según reporta este apasionante artículo de The Economist, templo del periodismo y que es a la política y economía internacional lo que eventoplus es a los eventos: una institución (mi madre (¡hola Mama!) me ha dicho que no tenga miedo de venderme, la escucho…). Desde 1945, Stalin organizó un gran desfile lleno de elementos simbólicos, como el hecho de exponer elementos robados de los nazis, o su jefe militar desfilando en un caballo blanco, en una imagen casi mística (no olvidemos que un evento es una puesta en escena). Si bien esta celebración no se ha organizado de forma continua, ha vuelto desde el 2008 a hacerse cada año con más carga que nunca.
Una demostración de fuerza
Como una empresa construye un stand enorme para mostrar su poderío, un desfile es una oportunidad de demostrar su fuerza. Por esto Putin, obsesionado por la demostración de fuerza, añadió con el tiempo una demostración de su arsenal, cuando previamente se trataba solo de desfiles de soldados. Piensa esto: todo el mundo puede conocer el arsenal ruso buscando la información… pero ponerlo en escena este arsenal, crear la imagen de una cantidad de armas abrumadora, es una manera mucho más impactante de sacar músculo que publicar esta lista en la prensa.
El homenaje
Ha nacido como una iniciativa espontanea de grupos de familiares de soldados, pero el gobierno ruso rápidamente ha cooptado el movimiento del “regimiento inmortal” que recordaba los caídos en combate. Es otro valor clave del evento: el homenaje, el reconocimiento de los héroes, que constituyen al final un elemento de cohesión muy potente para cualquier grupo humano. Una empresa reconoce a sus mejores vendedores o sus empleados con mayor antigüedad… porque tomar ejemplos humanos concretos es lo mejor para hacer piña.
La dificultad de controlar un evento, y los riesgos del directo
Como explica el artículo, la celebración no gustó a Stalin, por las muestras de cariño por los soldados estadounidenses que espontáneamente se vieron. Vemos aquí otra característica de los eventos: al celebrarse en vivo, con participantes que no se pueden controlar plenamente, pueden surgir momentos imprevistos. El evento es arriesgado por naturaleza. Otro factor de riesgo es el problema técnico, cuando el nuevo tanque T14 Armata que se enseñó en el desfile del 2015, quedó parado durante 15 minutos. Tienes un problema técnico… y la muestra de poderío se queda en un mensaje de chapuza. Mal rollo…
La fecha del evento, una manera de forzar el cumplimiento de objetivos
Es quizás la dimensión más trágica de este desfile. Como ciertas empresas nos dicen que el hecho de oficializar una fecha de presentación de un producto es una manera efectiva de asegurar que se cumpla el plazo y evitar retrasos, Putin ha -al parecer- fijado el 9 de mayo como fecha en la cual anunciar una victoria. El resultado trágico ha sido una intensificación de los ataques en el este de Ucrania con un dolor inmenso causado a la población civil. Queda por ver qué victoria anuncia el hombre del Kremlin, pero sin duda la fecha habrá puesto presión en el ejército para conseguir victorias.
Este no es un artículo frívolo y que quiere poner en un mismo plano lo que se hace en un evento de empresa y el horror de Ucrania. Solo comprobar una vez más cómo el evento es una herramienta increíblemente potente. Aunque sea para el peor de los objetivos. Muchos ánimos, y victoria, a Ucrania.