Incentivo de Honda en Ibiza con boat party incluida
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El incentivo es aspiracional, es memorable, es un momento de construcción de equipo, es una forma de vivir los valores de la empresa y es enormemente comunicable. En todo el proceso de concurso, en el viaje en sí, y en el post-. Además de ser un evento que a menudo se autofinancia.
Eso sí, los incentivos deben formar parte de la estrategia corporativa. Y, en este caso, este incentivo está dentro de una estrategia completa de Honda: su “Executive Dealer Club”.
Descubriendo los mejores rincones de Ibiza
Durante dos días, los invitados de la marca y sus directivos de Honda, un grupo muy reducido, se trasladaron a Ibiza para vivir una serie de experiencias que planeó para ellos SOMOS Experiences Barcelona.
Teniendo como sede de esta estancia el Hotel Sir Joan, el primer día daba comienzo con una ruta en coche por la isla, haciendo una primera parada en el restaurante Casa Jondal, uno de los lugares de referencia gastronómica con vistas al mar. Además, antes de terminar el día, la ruta continuaba hasta Cala Compte, donde despidieron esta primera jornada con una puesta de sol.
Al día siguiente, disfrutaron de una auténtica boat party, navegando las aguas del Mediterráneo hasta S´Espardelló. Y la noche finalizaba entregando los premios a los mejores concesionarios en el mítico Teatro Pereira, un espacio icónico lleno de historia.
El incentivo es una herramienta muy rentable
Los viajes de incentivo tienen un retorno de más de 4 dólares por dólar invertido, según Oxford Economics. Esto es el resultado final, el más importante: el viaje de incentivo (y el programa en el cual se enmarca) no solo se paga solo, sino que multiplica su inversión. Y esto sin tener en cuenta los beneficios no monetarios o complicados de medir exactamente (satisfacción, trabajo en equipo, fidelización…).