La última noche del Titanic, 100 años después
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Pedro Antonio García, representante de la White Star Line, fue invitado en 1910 a Belfast para seguir de cerca la construcción del barco. Fascinado con el comedor de Primera Clase, decidió construir una réplica adaptada, así como de la escalera de acceso al comedor, para su balenario de Leana.
Así, desde entonces el balenario es un pequeño Titanic, que incluye incluso una exposición de objetos del barco con objetos del servicio de primera clase y carbón de la caldera.
Con motivo del centenario, el sábado 14 de abril, en Leana se servirá una réplica de la cena de primera clase, con el mismo menú que se sirvió hace un siglo: consomé Olga al Oporto con láminas de vieiras, salmón poché con muselina y pepino, pollo salteado a la Lionesa y tarta Waldorf.
Proyección del film y bengalas de salvamento
Los invitados que lo deseen podrán acudir vestidos con trajes de época para vivir más el ambiente. Después de la cena, en la pantalla gigante del Café Teatro Leana se proyectará la película de Cameron y se servirá el cóctel Titanic: con los cubitos de hielo en forma del navío y una mezcla original.
La proyección de la película acabará exactamente, 100 años después, a las 02,20 de la mañana, en el mismo momento que el barco se hundía. Y durante la misma se lanzarán las mismas bengalas de salvamento que se lanzaron desde el navío en esa gélida noche.